14/07/2022
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La joven promesa de Costa Rica, Keyand Foster, cumple su sueño de selección

MIAMI (Estados Unidos) – Con 13 años Keyand Foster comenzó su relación con el baloncesto sin haber picado nunca antes un balón. En el 2018 fue observado por diferentes entrenadores del país como uno de los prospectos de la selección de Costa Rica, luego un accidente le provocó la pérdida de la visión de su ojo izquierdo, pero continuó jugando y trabajando en pos de lograr uno de sus sueños, jugar para el seleccionado nacional y lo consiguió. 

En el puesto de pívot, “Kian” mostró disciplina, aptitudes físicas y atléticas jugando para el equipo de su colegio “Seminario” en San José. En febrero del 2020 y en medio de la pandemia mundial, fue elegido entre más de 100 jóvenes jugadores de todo el país para trabajar virtualmente en su primera experiencia con el equipo nacional y pudo así cumplir finalmente su sueño y debutar a sus 17 años en el Campeonato FIBA Centrobasket Sub-17, celebrado en el Auditorio del Estado en Mexicali, México, en diciembre de 2021, donde anotó 15 puntos y 12 rebotes en 16,4 minutos promedio para Costa Rica, que finalizó en el cuarto lugar del certamen.

Las distintas oportunidades en la carrera deportiva de Keyand se convirtieron en una historia de valentía y superación, de como el deporte y el baloncesto pueden lograr lo inimaginable. Con paso por Club San José de Costa Rica, los juegos nacionales del país centroamericano y el seleccionado nacional, la joven promesa cuenta su experiencia. 

“Pude demostrarme a mí mismo que, a pesar de todo, combinando el estudio con el deporte, los sueños se pueden cumplir", dijo Foster.

"Cuando tuve el accidente, mi meta era participar en el torneo de juegos nacionales y en la Selección. Lográndolo pude demostrar que no hay obstáculos en la vida y que con esfuerzo, entrenamiento y sacrificio se puede. Gracias a mis compañeros y entrenadores pude mejorar como persona y basquetbolista”.

La pérdida de la visión de su ojo izquierdo sucede en 2018, faltando dos partidos para finalizar el campeonato colegial en San José, cuando en uno de los recreos jugando con sus compañeros de clase, uno de los niños lo golpeó, sin intención, con su uña en el ojo, perdiendo inmediatamente la vista. Sus padres, Cander y Alex, ambos ex jugadores, acudieron al Centro Médico, donde les indicaron que se había obstruido el vaso que irriga el ojo izquierdo, por lo que no volvería a ver de ese ojo.

“Después del accidente no sentí la discapacidad como tal, pero todo es un poco más difícil al no tener la visión completa. Cada vez entreno más duro con mis compañeros y tengo que mejorar mi coordinación y ganar la confianza de ellos demostrando que puedo llegar a ser un gran jugador”, destacó.

 

“Cuando me quise rendir, mi entorno me ayudó a salir adelante y a esforzarme cada día más. Representar a Costa Rica no tiene nombre. Estoy muy agradecido con la oportunidad de poder llevar la bandera de mi país lo más alto”.

Así como Pablo Martínez, su primer entrenador, tuvo la visión en Keyand a sus 13 años, Alexis Monge, director de selecciones masculinas en Costa Rica, uno de los entrenadores con mayor experiencia en el país, además de coach de la Selección Sub-17, fue quien lo hizo debutar a los 17 años de edad.

“Keyand fue citado a finales del 2019 para tener su primera experiencia con la Selección. Llegó con 108 compañeros a la visoria. De esa vidriera recortamos y quedaron 30 jugadores entre los que estaba él. Lo elegimos por sus condiciones y trabajo”, dijo Monge, quien además ha sido entrenador en todas las categorías formativas del país y ha tenido la oportunidad de haber dirigido en los Campeonatos FIBA Américas Sub-17 (Uruguay 2001 y Cancún 2014).

“Es un jugador muy disciplinado con intensidad bajo el aro y mucha atención en las indicaciones que le brindamos. Se cuida extra cancha para poder rendir". 

La gente que no sabe de su problema en el ojo, no lo nota. Es poco perceptible para cualquier entrenador o jugador de otro equipo”, aclaró el coach.

“En Costa Rica no tenemos el biotipo de los jugadores sudamericanos, del caribe o americanos. Difícilmente tendremos jugadores de 2 metros para arriba, pero Keyand demostró sus grandes aptitudes con su estatura y dominio del balón bajo el aro ante equipos como Puerto Rico o México en el Centrobasket de 2021”.

 

“Esperamos siga evolucionando y si se mantiene en línea, pronto podríamos verlo debutar en el seleccionado nacional mayor”, afirmó Monge.

 

El jugador de 1,93 (6'4") metros de estatura finalizó el bachillerato y en la actualidad estudia en la universidad, donde además tiene la oportunidad de jugar baloncesto, mientras espera por la próxima convocatoria para  representar y vestir los colores de su selección e intentar posicionarla lo más alto posible. 

FIBA