06/05/2019
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El baloncesto femenino de Bolivia en plena evolución

SUCRE (Bolivia) – La Federación Boliviana de Basquetbol (BFF) comienza una nueva etapa llena de ilusiones y esperanzas para el presente y futuro del baloncesto femenino, que de acuerdo a sus posibilidades en el panorama sudamericano, ha superado las expectativas del deporte en el país.

Una competencia local para que niñas y jóvenes se desarrollen en el baloncesto era elemental para la Federación, después de los buenos resultados de la selección femenina de Bolivia en varios juegos regionales y entre su máximo palmar la asistencia a un Mundial, el de Corea en la década del 80. Las últimas celebraciones del baloncesto femenino son la Medalla de Bronce conseguida en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta, Colombia 2017, y la Medalla de Plata en los Juegos Suramericanos de Cochabamba, Bolivia 2018.

Pese a esos palmares a nivel internacional, en la competencia interna, de un tiempo a esta parte, siempre ha tropezado con un sinfín de inconvenientes. Los más comunes, el universo de deportistas en la rama femenina muy limitado, tanto en número como en talento deportivo. Posteriormente, un porcentaje muy alto de deserción de la práctica deportiva por distintos factores. Esos parámetros hicieron pensar a la FBB, que realizar una Liga Femenina prácticamente era una utopía.

El acierto y el éxito logrado en la denominada Libobásquet en la rama masculina en el año 2014, como los éxitos de la Selección Femenina en distintos torneos, hicieron que la Federación a través de su Presidente, Marco Arze, y Vicepresidente, Gustavo Carmona, ideara una competencia para el baloncesto femenino denominada Liga Boliviana de Básquetbol Femenino (Libobásquet).

El Torneo inició en el año 2016, tropezando con algunos problemas y más aún por la disponibilidad a tiempo completo deportivo de las deportistas, porque muchas de ellas son estudiantes o tienen dependencia laboral y en otros casos hasta madres de familia, lo que dificulta al club en programar un trabajo logístico con viajes y estadías, que demandan en la organización de una liga.

La primera edición se disputó con ocho equipos bajo la modalidad en la fase final de Final Four (Final de Cuatro) con relativo éxito, ya que no tuvo la repercusión de la espectacularidad del baloncesto masculino. La segunda edición se redujo a seis equipos, donde por problemas económicos desistieron dos, uno de ellos el último campeón, el Club Universidad San Simón de Cochabamba.

“Las selecciones han motivado para impulsar la competencia como también la Liga Masculina. Son jovencitas de 16 a 26 años, a quienes estamos apostando para proyectar un futuro. Trabajar con la juventud del baloncesto, es la mejor proyección para la FBB”, expresó en FIBA.com, Sandro Patiño, entrenador de la Selección Femenina de Bolivia y del Club Universidad San Simón de Cochabamba, primer campeón de la Liga.

“Los Juegos Odesur han ayudado mucho en el baloncesto femenino de Bolivia. Que podamos jugar contra selecciones como la de Paraguay, Chile y Argentina, en escenarios llenos y quedando afuera 5.000 personas en el Coliseo “Evo Morales Ayma” de Quillacollo, con capacidad de 12.000 personas, fue muy importante. El baloncesto despertó expectativas en el país y Bolivia mostró que no era la cenicienta del grupo. Además tuvimos un trabajo muy importante en los Juegos Bolivarianos de Colombia, donde vencimos a Venezuela, Paraguay y logramos la Medalla de Bronce contra Chile. El convencernos de que podemos chocar con equipos grandes, nos ha ayudado bastante a entender que podíamos ir por más. Jugamos contra una potencia como Argentina y nos convencimos de que podíamos ganarles. Todo ese escenario hizo que despierte la expectativa en el baloncesto femenino”.

Para la presente gestión, el directorio programó e invitó a cuatro clubes más de la fase eliminatoria o denominada Liga Superior (categoría más baja de la Libobásquet) a ser partícipes de este emprendimiento. El proyecto tuvo la respuesta de los cuatro clubes y de esta manera en la gestión 2019, la Liga Boliviana de Básquetbol Femenina se disputará con ocho equipos distribuidos en dos grupos de cuatro, donde jugaran todos contra todos en partidos de ida y vuelta, y clasificaran los dos primeros de cada grupo, para jugar cruzado las fases de semifinales en Playoffs, al mejor de tres partidos, y las ganadoras jugarán otro Playoff, bajo el mismo formato de juegos, para conseguir el título.

“Esta nueva versión de liga comenzará en septiembre y ya ha despertado muchas expectativas en muchos departamentos, también se sumará Santa Cruz. Va a ser mucho más interesante y con más equipos participando”, añadió el seleccionador nacional, Patiño, que además contó: “Todas las pretemporadas tengo a más de 50 chicas tocando la puerta, de todas las edades, queriendo probarse para jugar baloncesto. Yo le abro las puertas a todas, que hayan tantas chicas vinculadas y enamoradas del baloncesto es algo que no había sucedido nunca antes en Bolivia y nos da mucha esperanza para el presente y el futuro del deporte en el país”.

Además, otro de los atractivos para esta liga es que cada equipo tiene el derecho a reforzarse como máximo con tres extranjeras, de las cuales sólo dos podrán ocupar espacio en cancha. Algo que para la FBB técnicamente no es lo ideal, sin embargo, se pretende consolidar con equipos que tengan la base y estructura económica para desarrollar torneos de esta envergadura y de esta manera consolidarse en un proyecto a mediano plazo.

Algo que además despertó una enorme expectativa en el baloncesto femenino es tener a la base de la Selección de Bolivia, Romina Rodríguez Torrelio, jugando para el equipo Mataros de España en la segunda división.

“Que juegue en una liga europea, significa que estamos evolucionando como país en este deporte, estamos haciendo algo bien por la evolución del baloncesto femenino, que antes ni siquiera asistía a torneos internacionales”, apuntó el coach nacional.

La capitana de la selección femenina de baloncesto, que logró subir al podio de los Juegos Suramericanos en Cochabamba, y contribuyó mucho para que la Verde consiga la presea de plata para el país, fue otro de los motivos para que la Federación apueste al desarrollo del baloncesto femenino.

“El básquet está creciendo poco a poco, muchas damos todo por este deporte. Algunas dejamos los trabajos, otras los estudios. Pero aún a eso, está el corazón, están las ganas, está el nombre de nuestro país”, dijo en El Fulgor, periódico local, la jugadora de 27 años, considerada una de las mejores basquetbolistas de su generación.

“Lo de Romina ha sido factor fundamental para que esté despertando la Liga Femenina y se escuche movimiento de jugadoras que se dedican cien por ciento a jugar baloncesto, que en este país es un poco complicado, pero cuando amas este deporte nada te limita. Si la Federación apuesta por esta generación y acrecenta la competencia con mayor cantidad de equipos y partidos de alta competencia, estoy seguro de que Bolivia llegará muy lejos. Están apareciendo jugadoras con buena envergadura física y chicas talentosas. Creo que así vamos por el buen camino y Bolivia podría estar a la altura de países que ya tienen su reconocimiento, como Argentina o Brasil”, añadió Patiño en FIBA.com.

La Federación había comenzado el año con el inicio de la Libomenor, una competencia para el desarrollo del baloncesto en el país y ahora se encamina a una nueva edición y renovada Libobásquet Femenina.

Marco Arze y Gustavo Carmona, dirigentes de la FBB, llevan a cabo estos proyectos en su gestión, proyectos que tienen como principal objetivo hacer crecer el baloncesto para fortalecer a las ligas y a las selecciones nacionales en un país que está en constante ascenso.

FIBA