Queridos amigos del baloncesto,

Desde mi primer día como Presidente de FIBA, siento un ardiente deseo de ayudar a FIBA ​​a inspirar una comunidad de baloncesto más unida y más global. Porque eso es precisamente lo que es el baloncesto, una comunidad. Somos deporte, sí, pero el baloncesto es mucho más que eso. Es una fuente de esperanza, una fuente de amistad y, lo más importante, una fuente de igualdad.

El baloncesto es un deporte basado en los valores de unión, progreso, franqueza y responsabilidad. La inclusión y la igualdad de oportunidades no son una aspiración en FIBA, sino que son una demanda. Como la organización responsable del desarrollo y la salud a largo plazo de nuestro deporte, FIBA ​​debe actuar como un modelo a seguir para todo el baloncesto. Esto significa mostrar compasión, comprensión y una determinación constante para mejorar y dar voz a todos.

FIBA es una organización políticamente neutral, ya que queremos que el baloncesto construya un futuro más unido, y que, en ningún caso, contribuya a divisiones políticas. Sin embargo, esto no significa permanecer en silencio contra el racismo. FIBA condena inequívocamente todas las formas de discriminación como un ataque a los derechos humanos básicos. No hay lugar para esto en el baloncesto, en el deporte o en ningún aspecto de la sociedad.

Los acontecimientos recientes son un fuerte recordatorio de que la sociedad, incluido el deporte, siempre puede hacer más para construir una comunidad más fuerte y unida. Nuestros estatutos son claros al expresar tolerancia cero hacia el racismo y FIBA ​​siempre luchará contra la discriminación de cualquier tipo.

Sin embargo, el racismo no es un problema que pueda resolverse de la noche a la mañana ni es un problema aislado de un país; es un problema global.

Las protestas nos han animado a ser introspectivos y hacernos la pregunta: "¿Está haciendo FIBA lo suficiente para combatir el racismo?" El Comité Ejecutivo de FIBA ​​se reunió hoy y reflexionó sobre nuestras iniciativas en torno a inclusión, igualdad de oportunidades y representatividad, antes de identificar dónde podemos hacer más por la comunidad. Somos una organización global, por lo que debemos reflexionar y celebrar la rica diversidad del mundo.

Como un orgulloso africano que trabaja como Presidente de FIBA, sé lo importante que es proporcionar a las personas de todas las etnias y orígenes igualdad de oportunidades para que todas las voces y comunidades estén representadas.

Hay muchas cosas de las que la familia FIBA ​​puede estar orgullosa en este asunto. Nuestra presidencia continental rotativa garantiza una voz para todos; hemos invertido significativamente en todo el mundo a través de iniciativas como el proyecto Basketball for Good y programas como Basketball Without Borders junto con la NBA o las ligas internacionales que estamos desarrollando actualmente en África, Asia, América y Europa. En marzo de 2020, también revisamos y fortalecimos las políticas internas de ética e integridad de FIBA, incluyendo el nombramiento del primer “integrity officer”, responsable de integridad de FIBA. 

Sin embargo, no podemos descansar hasta que el racismo desaparezca de la sociedad. Es por eso que hoy les pido a ustedes, la comunidad del baloncesto, que sean parte del cambio. FIBA trabajará con su Comisión de Jugadores para desarrollar acciones concretas contra el racismo en el baloncesto. Y si bien es importante para FIBA ​​liderar, es igualmente importante que escuchemos. Por lo tanto, alentamos a los miembros de la comunidad del baloncesto a escribir a FIBA ​​y compartir sus experiencias e ideas. Esto es fundamental para garantizar la progresión y la unión.

Esperamos sus propuestas con interés y confiamos en poder trabajar juntos para construir un futuro más fuerte y unido.

 El Presidente de FIBA Hamane Niang, junto con los miembros del Comité Ejecutivo de FIBA