04/06/2019
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Johnny Hamilton: presente y futuro de Trinidad y Tobago

PUERTO ESPAÑA (Trinidad y Tobago) - No es normal que el mejor jugador de baloncesto en el país también tenga como meta convertirse en el Comisionado Policíaco del mismo. Pero eso, es exactamente lo que quiere lograr a largo plazo Johnny Hamilton, natural de la isla de Trinidad y quien tuvo una temporada impresionante en su primer año en la liga de desarrollo de la NBA (G-League) con el Drive de Grand Rapids, sucursal de los Pistons de Detroit.

A sus 25 años y con 7 pies y 11 pulgadas de estatura, el pívot desarrollado en la Universidad de Texas Arlington registró promedios respetables de 11 puntos, 8 rebotes y 2.5 bloqueos por encuentro en su debut profesional con el Drive.

Esas habilidades se deben en parte a una infancia practicando varios deportes en su natal Trinidad, principalmente el balompié -deporte que disfrutó hasta que comenzó a espigarse más que el resto, y responsable del buen trabajo de piernas que exhibe Hamilton hoy día. “Yo jugué [soccer] en mi escuela y la iglesia”, dijo Hamilton a FIBA.basketball. “Siento que fui bastante bueno en casi todos los deportes que intenté. Yo jugaba baloncesto, pero nada serio, hasta que conocí a mi entrenador quien era el dirigente de la Selección Nacional de Trinidad y Tobago”.

Ahora en ruta a conseguir un posible contrato con un equipo en la NBA, Hamilton se convierte entonces en el referente obvio para los cientos de niños en las islas caribeñas que sueñan con un futuro en el deporte profesional. Para el jugador todo se resume en trabajo, en la consistencia del mismo y en la noción de que no importa de dónde alguien venga, siempre y cuando se esfuerce, las oportunidades van a llegar.

“Solo quiero que me vean como una persona que nunca se rindió. My familia no era rica. Mi papá y mi mamá trabajaron muy duro. Yo solamente he seguido trabajando cuando parecía que las cosas no iban a funcionar. Seguí trabajando en mi arte, seguí creyendo aun cuando todo el mundo dejó de creer. Yo vengo de la misma casa de madera, las mismas tres comidas al día, sin tener agua en la casa, yo provengo de la lucha. No importa de dónde tú provengas, la oportunidad va a llegar, pero tienes que estar lista para ella”, expresó Hamilton.

Por eso es sumamente importante para él representar sus colores patrios tan pronto surja una oportunidad internacional con la Selección Mayor. “Estoy listo para cualquier cosa que venga”, dice Hamilton. “Es emocionante representar a mi país y estoy a la expectativa de la oportunidad, solo para mostrarle a la gente que Trinidad y el Caribe completo, tiene grandes jugadores”.

La meta, sin embargo, sigue siendo llegar y establecerse en la NBA, donde ya varios equipos han mostrado interés en el versátil centro que también estudió Criminología. “Sigo trabajando en eso, tratando de mejorar y ver cuáles equipos me convienen más, qué equipo le gustaría darme la oportunidad de continuar trabajando. Ojalá termine en uno de esos representando a mi país y a mi familia. Voy a seguir trabajando hasta que eso suceda”, aseguró Hamilton.

De lograrlo, este podría convertirse en el primer jugador nacido y criado en Trinidad y Tobago en jugar en la NBA. Carl Herrera —quien tuvo una carrera discreta de ocho temporadas en la NBA que incluye dos campeonatos— es considerado actualmente como el primer nacido en las islas en lograrlo, pero luego obtuvo ciudadanía deportiva venezolana y los representó internacionalmente.

“Siento que puedo conseguir algo que muchas personas nunca podrán durante su vida. Eso me hace sentir más agradecido de ser la persona con la oportunidad de lograrlo. Solamente hacer que mi familia y mi país se sientan orgullosos de mí pondría una sonrisa en mi cara. Eso me motiva a trabajar más duro porque veo gente en Trinidad que ve esto y quieren ellos pelear más duro para hacer sus sueños realidad”, puntualizó Hamilton.

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Foto - Getty Images