CLUJ-NAPOCA (FIBA EuroBasket 2017) - De vuelta a 1999, los primeros móviles salieron al mercado en ese momento. El Manchester United tuvo una de las remontadas más increíbles de la historia en la final de la UEFA Champions League con dos goles casi seguidos.

En el mundo del baloncesto, ese año vio a Italia ganar por última vez su última medalla de oro. En ese momento, la gran promesa del baloncesto europeo Luka Doncic estaba recién nacido. Y también fue el año en que Jiri Welsch se puso la camiseta checa por primera vez. Han pasado 18 años, y este jueves, la talismán de los checos se ha retirado del equipo nacional. 

"Voy a llorar, lo sé", dijo el seleccionador Ronen Ginzburg tras el partido. 

"Ya he llorado mucho hoy", añadía Welsch con una sonrisa durante la conferencia de prensa de su despedida. 

"Me gustaría que a todos los jugadores de la República Checa se les contagiase su carácter. Si siguen sus pasos, la República Checa tendrá un gran futuro", dijo Ginzburg, complementado a su líder, asegurando que su único arrepentimiento es no haberle dado una oportunidad de debutar incluso más joven. 

Welsch debutó en el FIBA EuroBasket 1999, emparejándose con el actual técnico de la selección turca Ufuk Sarica, o con la superestrella croata Toni Kukoc. Su mejor marca en el FIBA EuroBasket ocurrió en 2007, cuando logró 22 puntos en una derrota en la prórroga ante la Alemania de Dirk Nowitzki.

Sólo con leer este último párrafo uno se da cuenta de que Jiri Welsch tiene muchas historias que contar a sus hijos y sus nietos sobre partidos y grandes jugadores. Un montón de cosas han cambiado desde el primer verano al que llegó con la selección nacional. 

"En mi primer FIBA EuroBasket, un compañero no entró en el equipo final y se quedó llorando. Este año tuvimos que hablar con mucha gente, muchos chicos para convencerles de que tenían que venir con la selección y esa no es la actitud más adecuadas. No es la manera en que debería ser. Para mí jugar con la República Checa ha sido el mayor honor y hoy que se acaba mi carrera me doy cuenta de que vistiendo esta camiseta es con la que más he disfrutado y con la que más orgulloso me siento", dijo Welsch.

Sus compañeros también tuvieron un precioso detalle con él, puesto que ellos se pusieron las máscaras con la cara de Jiri en el vestuario tras el partido. La familia Welsch también estuvo allí al completo, guardando el balón del partido para él. Aunque su carrera haya llegado a su fin, Welsch continuará con la familia de la FIBA. Será uno de los participantes del proyecto FIBA TIME-OUT, y quizá con ello comience una segunda exitosa carrera para Jiri.

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