BILBAO (FIBA Basketball World Cup) - Emir Preldzic jugó 34 minutos con Turquía en el duelo inaugural de la Fase Preliminar del Grupo C ante Nueva Zelanda, donde metió 14 puntos, incluyendo 2 de 4 en triples, de su 5 de 9 en tiros de campo, en el triunfo (76-73).

Pero su rol como 'líder' del equipo está por encima de eso.Y es que durante los 6 minutos y poco que  no estuvo en la cancha, el versátil jugador del Fenerbahce, de 26 años, no dejó de dirigir al grupo también de forma activa desde el banco, así como animó a los fans a celebrar cada acción favorable a Turquía , ayudando hasta en dos ocasiones a remontar un deficit de 12 puntos.

"Este partido fue muy importante para el equipo. Lo intentamos todo para ganar. Estuvimos terribles en la primera mitad. No digo que estuviéramos nerviosos, eso no puede ser una excusa. pero estábamos completamente fuera del partido", reconoció. Pero, "en algún momento logramos conectarnos mentalmente al encuentro y logramos hacer todo lo necesario para pelear por el triunfo. Los aficionados también tuvieron hicieron su papel, y fue muy grande".

"Tengo la experiencia en el Fenerbahce de cómo el apoyo de la afición puede ayudar. Y por eso intenté que todo saliera", explicó Preldzic, que en 2008 jugó con Eslovenia en el Torneo de Clasificación de los Juegos Olímpicos antes de cambiarse a la selección turca con la aprobación de la FIBA, gracias al capítulo 1.22 de la Normativa Internacional.

Turquía trabajó muy duro en este torneo hace 4 años para alcanzar la Final, donde cayeron ante USA. Sin embargo, "el actual es un grupo de jugadores mucho más jóvenes, así que necesitamos tiempo para conseguir de nuevo algo tan grande como eso," reconoció Preldzic. "Pero no renunciaremops sin pelear. Ya viste lo que pasó hoy. Aunque en algún momento del camino cederemos y tendremos que aceptar la realidad".

Con una gran representación de la afición turca en el pabellón Bizkaia Arena, el escenario estará listo para el espectáculo cuando los turcos se enfrenten a Finlandia el próximo miércoles. Los aficionados finlandeses, que rondan los 8.000 en Bilbao según las últimas estimaciones, ya han hecho sentir a USA como si estuvieran jugando en Helsinki, con su apoyo voraz y vociferante. "Será un duelo genial para los fans de ambas selecciones," apuntó Preldzic. "Y eso en un choque que no incluye al equipo anfitrión o a Estados Unidos, y aun así la atmósfera va a ser increíble. Pero ahí acaba eso. Sólo el ambiente no puede ganarnos los partidos. También tenemos que hacer nosotros el trabajo necesario en la cancha".

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