LA RIOJA (Clasificatorios de las Américas a la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA) —Argentina cumplió con su misión: clasificó a la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2019 luego de victorias impresionantes contra los Estados Unidos y contra México, frente a arenas completamente vendidas en la ciudad de La Rioja.

Nicolás Laprovittola fue un factor clave para los argentinos, al anotar 17 puntos y 8 asistencias contra los Estados Unidos y sumar 13 puntos y 3 asistencias contra los mexicanos. FIBA.basketball conversó con Laprovittola luego de que los argentinos aseguraran su lugar en China 2019.

Argentina le sacó el mejor provecho posible a esta ventana al alcanzar la clasificación a la próxima Copa del Mundo FIBA...
Ese era el objetivo y lo logramos. Estamos tan contentos y orgullosos de haber podido lograr un lugar en la próxima Copa del Mundo FIBA, y estoy tan aliviado de que lo hiciéramos en esta ventana. Ahora podemos cerrar el año de la mejor manera posible. Vivimos dos partidos difíciles contra dos equipos grandiosos, pero estábamos enfocados y motivados a conseguir las victorias y asegurar nuestra clasificación para esta ventana. Ir a la Copa del Mundo es algo con lo que sueña todo jugador y poder hacerlo para dentro de un año en China va a ser algo muy positivo para nosotros y para el baloncesto argentino. Todavía tenemos mucho tiempo para prepararnos, pero estamos todos entusiasmados por esta competencia.

Dos partidos y dos victorias en casa; ambas frente a una fanaticada inmensa. ¿Cómo se sintió lograr esa clasificación en casa?
Creo que no hay nada más emocionante que ganar y clasificar frente a tu hinchada. Fue grandioso ver a miles de personas ondeando las banderas y animándonos. Te hace sentir bien, y más aún cuando ganas y les traes felicidad a tus fanáticos. Tenemos una hinchada increíble, siempre sentimos su amor y su apoyo, y eso es muy importante para nosotros. En todo momento sentimos la pasión y el orgullo de ser argentinos. Ver que nos rodea esa pasión nos da más fuerzas y energía. Logramos la clasificación y en parte es gracias también a ellos, a su apoyo constante. Por eso también pudimos lograrlo. Compartir este tipo de momento, como lo hicimos durante y después de los partidos, fue algo muy único. Es más que baloncesto.

El primer juego contra los Estados Unidos fue bastante intenso. ¿Cuál fue la clave para esa victoria?
Tuvimos una buena primera mitad, pero nos fuimos a los vestidores al medio tiempo sabiendo que podíamos hacerlo mejor. Volvimos a la cancha llenos de energía para la segunda mitad y queriendo impulsar nuestro juego, así que lo hicimos mejor en ese parcial para demostrarles a los Estados Unidos que queríamos esa victoria más que cualquier otra cosa. Creo que ha sido uno de los mejores juegos en lo que va de campaña y estamos contentos de haberle ganado a un equipo tan extraordinario como los Estados Unidos. Rotamos el balón muy bien, los movimientos en la defensa fueron buenos y jugamos en un nivel bastante bueno; mayormente en la segunda mitad. Cuando jugamos a este nivel, somos un equipo muy competitivo y podemos derrotar a muchos oponentes.

El partido contra México aparentó ser un poco más fácil...
En realidad, no tanto, porque México quería ganarnos, y tuvieron unos momentos muy buenos durante el partido. Ninguno de los juegos fue fácil, pero nos encanta competir y a veces hay que estar luchando para entonces darse cuenta de la dificultad de ganar un partido de este nivel. Todo el mundo sabe que Argentina es uno de los mejores equipos del continente, así que todo el mundo quiere ganarnos. Eso significa que no hay rivales fáciles contra los que jugar y que tenemos que traer nuestro mejor juego siempre para que no nos sorprenda la intensidad que nuestros rivales aplican en la cancha.

¿Cuáles son las claves del éxito de Argentina?
Diría que la unidad, la pasión y el trabajo duro. Nunca comenzamos un juego sin la motivación de demostrar que Argentina es uno de los equipos más competitivos. No damos nada por sentado y tenemos que demostrar juego tras juego que podemos ganarles a muchos equipos y jugar a un nivel muy alto. Siempre tenemos la misma motivación y energía; no importa contra quiénes juguemos. Eso está en nuestro ADN. Nuestra cultura de lucha siempre está presente y es lo que nos define. Nunca nos rendiremos por nada, no dejaremos que nuestra mentalidad se torne negativa ni dejaremos de luchar para ganar. Así es como somos y nunca cambiaremos. Esa es una de las claves de nuestro éxito. También tenemos muchos jugadores talentosos y un gran conocimiento del baloncesto, que también es bien importante.

Todavía restan dos partidos de la próxima ventana. ¿Cuán importante son para Argentina a pesar de que ya consiguieron la clasificación a China 2019?
Estos son juegos muy importantes porque queremos terminar con el mejor récord y llegar al primer lugar del grupo. También jugaremos dos partidos de visitantes. Estos serán partidos difíciles contra Puerto Rico —que todavía pueden alcanzar un lugar para China 2019— y contra los Estados Unidos, que probablemente querrán ganar luego de perder contra nosotros en esta ventana. Cada vez que pisamos la cancha o que jugamos, queremos ganar. Esta mentalidad no va a cambiar, aunque hayamos clasificado para la próxima Copa del Mundo de Baloncesto FIBA. No han ningún partido que no queramos ganar. Queremos ganar y competir sin importar cuál sea el contexto o la situación. Estos dos partidos son importantes, y queremos hacer el trabajo perfectamente en esta campaña.

¿Cuán importante es para el equipo el gran ejemplo y liderazgo del veterano Luis Scola?
Es el pilar de nuestra selección nacional, es muy importante para nosotros. Todavía juega con la misma pasión de alguien de veinte años. Es una inspiración para todos nosotros porque siempre da el 100% cuando está en la cancha. Es un gran líder, como un hermano mayor para todos nosotros, y siempre agradecemos cualquier consejo que nos brinde. Es bien importante tener jugadores así en un grupo. Sientes que puedes aprender mucho y tratas de seguir sus pasos. Es un ejemplo y una inspiración para todos, y es uno de los orgullos del baloncesto argentino. Jugar a este nivel después de tantos años en el nivel más alto es algo sumamente impresionante.

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