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A 41 años de los amistosos entre Cuba y las Universidades de Dakota del Sur

HABANA (Clasificatorios de las Américas a la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2019) - No era un partido de campeonato mundial ni Olimpiadas, tampoco se disputaban unos juegos Panamericanos, los partidos de baloncesto entre los Estados Unidos y la selección de Cubana en abril de 1977 fueron mayormente un ejercicio diplomático, un despliegue de buena voluntad.

El gabinete del entonces presidente de la nación americana Jimmy Carter, vio en el deporte una nueva oportunidad por restablecer relaciones con el vecino país donde abunda la cultura y calidad deportiva, y qué mejor manera que con un juego de baloncesto.

El equipo norteamericano fue compuesto por estudiantes de las Universidades de Dakota del Sur, ambas escuelas pertenecientes a la segunda división en la NCAA. Mientras, los cubanos enviaron a cancha su artillería pesada, una selección que venía de obtener la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de en 1972 y un séptimo lugar en 1976, con nombres como Ruperto Herrera, Félix Morales y Alejandro Urgelles.



No fue fácil realizar el viaje que se había venido planificando dos años antes, principalmente liderado por los senadores George McGovern y James Abourezk. Luego de dos años de trámite se dio el visto bueno para despegar el dia 4 de abril de 1977, un vuelo de Southern Airlines desde la Base Andrews de la Fuerza Aérea hasta la Antilla Mayor.

Era la primera vez desde 1961 que un equipo norteamericano anclaba en La Habana.

Curiosamente, del viaje también participó una tajada de público general quienes utilizaron el espacio extra en el avión DC-9 para disfrutar de una oportunidad única en su clase de pisar la tierra del Guantanamera, sumado a varios periodistas y reporteros quienes completaron el grupo de 70 pasajeros. Esto fueron recibidos por una alfombra roja y la algarabía de cientos de cubanos.

Tal y como lee una de sus citas más memorables “El deporte es un derecho del pueblo”, por lo que el comandante Fidel Castro estuvo de acuerdo con realizar los encuentros, aunque este no pudo estar presente en ninguno de los mismos por encontrarse fuera del país, algo raro para un fanático fiel de los deportes.

Cuba vistió de rojo entero mientras que los de Dakota del Sur utilizaron una kazaka azul con pantalones blancos.



En el primer encuentro que terminó 91-72, el equipo colegial estuvo en contienda temprano, inclusive empate, pero eventualmente sucumbieron ante la fortaleza y experiencia de los cubanos, quienes contaron con 26 puntos de Herrera y otras 23 unidades cortesía de Urgelles.

Los caribeños ganaron ambos partidos al son de 19 puntos de ventaja cada uno. Pero la delegación estadounidense disfrutó de unas buenas vacaciones en las playas cubanas, visitas a destinos de interés y encuentros con los mejores atletas de la época, incluyendo a Alberto Juantorena, corredor de distancia media y Teófilo Stevenson, boxeador, ambos medallistas de oro en Juegos Olímpicos.

Los cerca de 15,000 fanáticos que presenciaron el encuentro libre de costo aplaudieron por igual a los rivales que a los de casa, mientras que el enorme mural de Ernesto “Che” Guevara era testigo de la festividades dentro del Coliseo de la Ciudad Deportiva.



Meses más tarde, la delegación cubana les devolvió el favor a los norteamericanos, visitandolos en el campus de Dakota del Sur y jugando otra dupla de choques amistosos. Una vez más, apoyados en su fortaleza en el juego interior, los cubanos salieron por la puerta ancha. La ronda también incluyó partidos contra las Universidades de Milwaukee, Arizona State, Memphis, Minnesota y Holy Cross.

Emmanuel Márquez/ FIBA
FOTOS: Tom P Nelson/South Dakota State University Archive