GREENSBORO (Carolina del Norte) — Existirá un recuerdo duradero de la campaña exitosa de los Estados Unidos en los Clasificatorios de las Américas para la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2019: el de los jugadores saltando efusivamente en celebración con Reggie Hearn luego de que su tiro en suspensión en los últimos segundos fuera el elemento definitorio en el partido contra Argentina.

 
Servirá también como un recordatorio de cuánto significó para Hearn y todos sus compañeros otra victoria para su país. Pero también servirá de evidencia de que otros equipos y jugadores de alrededor del mundo están mejorando y llevando a los equipos estadounidenses a su límite.

“Hemos ganado tantos partidos por tan poco, que bien pudiésemos haber perdido,” dijo Van Gundy en una entrevista publicada por la Gazzetta dello Sport, en Igalia. “Tenemos que entender que nuestros contrincantes ya han alcanzado un nivel alto y que continuarán creciendo”.

Así que sí, la campaña fue exitosa, pero fue una que dejó a los Estados Unidos con el sabor de la preocupación en la boca. El baloncesto internacional, o “el baloncesto FIBA”, como le llama Van Gundy, es duro y se está tornando más duro todavía.

En sus expresiones pospartido luego de la victoria de 84-83 contra Argentina, dijo Van Gundy: “Yo era completamente un novato cuando vine al baloncesto FIBA; aprendía día tras día cuán buenos son los equipos, cuán fuerte juegan, y justo cuán ruda puede ser la (competencia en) FIBA.

“Este tipo de baloncesto de Playoffs de la NBA, de combate mano a mano, del puño en la garganta, del codazo al pecho, en cada posesión.

Tienes que acostumbrarte y tienes que adaptarte a las diferencias”.

Y Van Gundy sí que se adaptó.

“Me parecía fascinante cómo el nivel del entrenamiento y del juego ha mejorado alrededor del mundo y me di cuenta de que tenía que comenzaba a manejarlo mejor a medida que lo seguía haciendo para poder ganar en el baloncesto FIBA”, dijo.

Puerto Rico le dio al equipo de Van Gundy dos juegos muy difíciles antes de perder por siete y ocho punto, respectivamente.

 
Uruguay le ganaba a los Estados Unidos, 65-64, con menos de 2:30 en el reloj el 2 de diciembre en Montevideo antes de perder por ocho. Argentina, por su parte, hubiera derrotado a los estadounidenses una segunda vez en los Clasificatorios si Hearn no hubiera anotado un tiro en suspenso victorioso desde la esquina derecha justo al sonar el tiempo final.

 
“Estas ventanas tienen que servir de advertencia para que USA Basketball crezca aun más, porque todos estos equipos están mejorando y somos muy afortunados por clasificar”, dijo Van Gundy, sin olvidarse de reconocer que incluso para aquellos países que no ganaron tantos partidos, los Clasificatorios de las Américas fueron beneficiosos.

“Luego de participar en ellos puedo decir que me parece que han sido positivo para los equipos que no pueden jugar mucho juntos, como Cuba, Panamá y Venezuela, que han crecido muchísimo”, expresó.

“Me parece que FIBA tiene, como su objetivo primordial, desarrollar el baloncesto a nivel mundial. Y las ventanas funcionan para lograr este objetivo”.

Van Gundy ha estado involucrado en el baloncesto durante toda la vida adulta. Fue base en Menlo College (1982-83) en California, en el recinto de Brockport de la Universidad del Estado de Nueva York (1982-83) y en Nazareth College (1983-85) en Nueva York. Inmediatamente después empezó a entrenar en escuelas secundarias antes de trabajar de asistente para los equipos de Providence y Rutgers de la liga colegial NCAA antes de que le llegara la gran oportunidad de asistir a los New York Knicks.

Como director técnico en la NBA, lideró a los Knicks (1996-2001) y a Houston (2003-07).

Su primera oportunidad en el equipo nacional llegó en el verano de 2017, cuando dirigió a los Estados Unidos a la gloria en la FIBA AmeriCup 2017 en Argentina.

Ahora ha guiado al equipo a lo largo de una campaña complicada de los Clasificatorios de las Américas, una que fue testigo de que el equipo venciera en 10 de los 12 partidos que disputó. Ahora le pasará el batón a Gregg Popovich, quien asumirá el mando de los Estados Unidos en la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA en China, que comienza el 31 de agosto con la presencia de 32 equipos.

“Siempre soñé con representar a mi país", expresó. “Esta experiencia siempre la atesoraré como un honor increíble y no importa lo que haga en el futuro, no habrá nada que será mayor a esto”.

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