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06 - 13
August 2017
10/08/2017
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Islas Vírgenes echa mano al vóleibol para destacarse en el básquetbol

BUENOS AIRES (FIBA AmeriCup Femenino) - Junto a Paraguay, las chicas del archipiélago caribeño son la grata sorpresa de este torneo. Hoy bajaron nada menos que Brasil por 67-60, el último campeón Sudamericano, y con un récord de 2-2 se mantienen con chances de acceder a los Juegos Panamericanos de 2019 y expectantes de lo que pueda pasar en los demás encuentros del Grupo A por una posible clasificación a semifinales. Sería una hazaña si se tiene en cuenta las dificultades que sobrepasaron para estar presentes en Buenos Aires.

El campeón del Centrobasket jugó una carta llamativa para armar su plantel: recurrió al vóleibol. De allí sacó a cuatro de sus jugadoras. Ellas son Lanese Bough, Raemiesha Claxton, Anisha George y I´tiana Taylor. Esta última firmó en febrero su primer contrato profesional con el Sharjah Ladies Club de Dubai, Emiratos Árabes Unidos, luego de jugar para las Piratas de la Universidad de Carolina del Este.

“Bueno, siento que es fácil. Solo tengo que correr de lado a lado de la cancha, saltar, atrapar el balón y tirar. Lanzar es un poco difícil para mí. Solo un poco”, cuenta la pivote de 24 años sobre lo que significa para ella jugar al básquet. Con su 1.87m es la más alta del equipo, por lo que es una de las principales armas en la lucha rebotera (promedia 9.8 puntos y siete rebotes por juego). Su buena talla le permite ocupar la posición de opuesto o atacante en el vóley.

“Yo ya tenía los fundamentos del baloncesto por haber jugado algunos años en la universidad, y mientras tanto estuve jugando vóleibol. Trabajé la técnica y todo lo demás en la escuela secundaria, así que prácticamente tengo lo mejor de ambos mundos. La mayoría del tiempo practico vóley, y después cambio al baloncesto”, explica I´tiana.

A la hora de marcar las diferencias entre ambos deportes, Taylor dice: “El baloncesto es un juego de mucho contacto y agresividad, y un poco va al meollo del asunto. Creo que el vóleibol es más un juego mental, así que ambos ambientes me quedan cómodos. Trato de utilizar lo mejor de cada mundo a la hora de entrar a la cancha”.

A ella le cuesta optar por uno u otro: “Ahora mismo todavía estoy intentando decidirme. Quiero medir las experiencias que estoy teniendo”.

Una historia llamativa en medio de la FIBA AmeriCup Argentina 2017.

FIBA