17 enero, 2019
31 marzo
21/01/2019
Player Story
a leer

Yago, el joven maravilla de Paulistano

Paulistano es un club con 9.000 socios, lo que genera la posibilidad de que 22.000 personas utilicen las comodidades debido a que el o la cónyuge de quien es titular y los hijos o hijas hasta 25 años ingresan por el lazo familiar. En las instalaciones que ocupan 41 mil metros cuadrados del privilegiado barrio de Jardin América se practican 40 disciplinas deportivas. Y es muy común que en el gimnasio se crucen atletas de distintas actividades. Allí, hace 3 meses, nació una de las tantas historias de amor que pueden surgir en un club. Yago Mateus, base del equipo de básquetbol, de 19 años, y Manuella Frediani, judoca, de 18 años, se conocieron haciendo trabajo físico. Yago estaba lesionado y pasaba gran parte del día en el gimnasio en busca de la recuperación.

 

“Pasamos todas las tardes juntos en el club, nos ayudamos con los entrenamientos que los dos necesitamos”, cuenta el base. Durante el Grupo A de las Liga de las Américas, en el que Paulistano fue local, se los pudo ver juntos antes de los partidos y luego a ella alentándolo junto a la cuñada, Ana, y el sobrino de él, Samuel.

Yago llegó a Paulistano en 2017 y desde que se puso la camiseta roja y blanca no paró de disputar finales: fue subcampeón de la NBB en 2017 y campeón del torneo U19, mientras que en 2018 ganó la NBB, el Campeonato Paulista, nuevamente el U19 y el Interligas de Desarrollo. La Liga de las Américas era una espina ya que habían quedado eliminados en la primera fase en la edición pasada pero esta vez no fallaron ante su público y accedieron a semifinales. “Era un club que merecía poder conseguir esta clasificación a semifinales. Veníamos trabajando para esto. Nuestro objetivo es estar entre los mejores y para poder lograrlo debemos tomar cada juego como una final. Tenemos un equipo largo y eso nos puede llevar lejos”, analiza Mateus.

El equipo que a partir de esta temporada dirige Régis Marrelli, vibra al compás de Yago tanto afuera como adentro de la cancha. El joven base es quien decide el ritmo de juego, por lo general alto, y también quien propone los ritmos, en este caso musicales, en el vestuario. La velocidad y potencia de este armador de 1,75 m. de altura son envidiables y él lo sabe: “Voy dos veces por día al gimnasio, además de los entrenamientos. Sé que por mi baja estatura necesito tener otras cualidades físicas y trabajo para conseguirlas”. Régis ya había sido el entrenador de Yago en Palmeiras, cuando el base tenía apenas 16 años. “Comencé a jugar en Tupá, donde nací, luego fui a Rio de Janeiro y después vine a San Pablo para jugar primero en Palmeiras hasta que llegué a Paulistano en 2017”. En su paso por Palmeiras tuvo a Maximiliano Stanic, base de Atenas y rival en esta Liga de las Américas, como compañero y espejo. El argentino, minutos antes de tenerlo como rival en el Ginásio Antônio Prado Júnior, cuenta: “Él era muy pegado a mí, entrenábamos mucha técnica individual juntos. Es un fenómeno. Yo le pedía al entrenador que lo pusiera a jugar sin importar que tuviera 16 años”.

La ascendencia de Yago en sus compañeros se nota en todo momento. Antes de cada partido anima una breve danza de todo el equipo tras la presentación del locutor del estadio. “Tengo una personalidad muy fuerte, contagio al grupo, estoy siempre alegre. Al margen del juego, en el que este año tengo mucho más protagonismo, transmitir energía positiva es el papel más importante que tengo en el equipo. Siempre pongo música alegre para tener a mis compañeros animados y también bailo. Todo eso forma parte de nuestro crecimiento. El estilo de música que más me gusta es pagode y suelo poner a Thiaguinho y Felipe Araújo. Todos los conocen y los disfrutan”, cuenta Yago.

Sentado en la primera fila de asientos, casi al borde de la cancha, está Helito, el hincha que más sigue a Paulistano. Cuando se le pide que hable sobre el joven que maravilla a todos, lo llena de elogios: “Es el único irreemplazable. Ningún jugador de la liga brasileña podría ocupar su lugar, ni Leandrinho Barbosa. Si bien no es el más representativo de nuestro equipo porque llegó hace poco, es sin dudas el mejor”.

Quien también le ve excelentes condiciones y un futuro enorme es el entrenador de Brasil, Aleksandar Petrovic, y por eso ya lo convocó al equipo nacional. “Uno de mis objetivos a corto plazo es jugar el Mundial de China. Estoy trabajando y aprendiendo para poder integrar el seleccionado de Brasil. Ser el líder de mi equipo en un torneo como es la Liga de las Américas me beneficia para poder seguir creciendo en mi juego”, se entusiasma Yago. Para intentar ser cada vez mejor jugador, Mateus busca emular a algunos de los mejores del mundo en su puesto: “Miro mucho a Stephen Curry. Al igual que yo tiene mucha diferencia de estatura y fuerza física con sus rivales y siempre consigue hacer algo diferente. También miro a Ricky Rubio y a Tony Parker, que son dos jugadores que piensan mucho. Yo tengo que anotar, pero también tengo que hacer jugar al equipo, entonces busco aprender de los mejores como ellos”.

El joven maravilla de Paulistano ya llevó a su equipo a las semifinales de la Liga de las Américas por primera vez en tres participaciones. Pero no se conforma. Va por más, por mucho más.

Pablo Cormick
FIBA