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08/11/2021
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Federico Aguerre disfruta de su casa: Boca Juniors

BUENOS AIRES (Argentina) - Federico Aguerre está a punto de almorzar en el departamento del barrio de Caballito en el que vive junto con Sheila, su pareja, y Milo, su hijo de solo 7 meses. Luego del almuerzo, y aprovechando la siesta del bebé, Fede también descansará. Las posibilidades de tirarse a dormir siendo padre de un niño tan pequeño tienen un valor incalculable. "Estamos revolucionados y muy contentos de tenerlo, aunque con los horarios un poco cambiados", dice el mendocino.

Tras la siesta, el alero de Boca Juniors está disponible para una charla que comienza, justamente, por la actividad inmediatamente anterior a su descanso: la alimentación.

A Federico Aguerre le detectaron celiaquía a los 8 años. Como su madre es celíaca y él tenía recurrentes dolores en el estómago y descomposturas, le realizaron el estudio que entregó el diagnóstico esperable.

La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno, que afecta al intestino delgado de las personas con predisposición genética. La enfermedad puede aparecer en cualquier momento de la vida, desde que se incorpora gluten a la alimentación hasta la adultez avanzada.

Aguerre explica cómo convive con la enfermedad: "Ahora hay más opciones, tengo muchos compañeros que hacen una dieta libre de gluten, entonces se me hace más fácil en el día a día y en los viajes. Pero esto no era así hace quince años cuando llegué a Boca como juvenil. Era muy difícil conseguir alimentos y también que la gente supiera lo que es la celiaquía". Y agrega: "Yo tenía problemas para subir de peso -era pivote y me pedían que fuera más pesado- y estaba bastante tiempo descompuesto. En aquel momento fue duro. Después fui conociendo mejor el funcionamiento de mi cuerpo, qué alimentos me sentaban bien y cuáles no y de a poco fui armando mi dieta".

Además de la restricción de todo alimento que contenga gluten, los celíacos deben intentar evitar consumir productos que hayan estado en contacto con aquellos que sí lo tienen. También deben utilizarse elementos de cocina independientes de los usados para alimentos con gluten. "Me pasa muchísimo en los viajes que pido galletas de arroz y las ponen en la misma bandeja que el pan, por ejemplo. Trato de hacer todo lo que esté a mi alcance, pero es difícil conseguir que en una cocina en la que no están acostumbrados me hagan mis fideos aparte de los de los demás, que sería lo ideal. La contaminación cruzada sigue siendo un problema. En Colombia y en Brasil fue en donde más sufrí esta situación por desconocimiento de la enfermedad. En los viajes me ha pasado más seguido estar débil o descomponerme. Lamentablemente, no me ha quedado otra que acostumbrarme", dice Federico. Y añade: "Como sé que en los viajes es más difícil controlar cómo preparan los alimentos, trato de pedir arroz o pollo, comidas básicas que aunque no sean las más ricas me acerquen a evitar la contaminación".

 

La dieta de Aguerre es aún más estricta que el hecho de utilizar productos sin TACC. "No solo consumo alimentos sin gluten: descubrí que la lactosa me cae mal y también uso poca azúcar. Hoy existe la posibilidad de reemplazar casi todos los productos por uno similar sin gluten. Las pizzas y las pastas son muy sabrosas, por ejemplo. Si puede darme un gusto, voy por una pizza o una milanesa", dice Federico.

La tranquilidad de comer en el hogar, donde habitualmente cocina Sheila, es la mejor opción para el alero: "En mi casa es donde estoy más seguro y más cómodo con las comidas. Hay alimentos que según la marca tienen o no gluten, como el queso o el jamón, y si voy a un restaurante no puedo pedir que me den queso de determinada marca, ya que probablemente trabajen con una sola".

Aguerre también vive una sensación de bienestar hogareña en el club en el que disfruta de su tercer ciclo. El mendocino de 33 años se inició a los 8 en Obras de Mendoza, a los 15 pasó a Regatas, también de su provincia, y un año y medio después lo buscaron de Atenas de Córdoba y de Boca Juniors y se decidió por el club de la ciudad de Buenos Aires: "Boca es como mi segunda casa, es donde me formé. Estuve en distintas etapas: la primera fue la de mi formación, la segunda la del desarrollo y en la actual ya tengo más experiencia y tranquilidad".

 

Boca participará por primera vez de la Basketball Champions League Americas. Formará parte del Grupo D junto con Flamengo de Brasil -último campeón del torneo- y Universidad de Concepción de Chile. Boca ganó el Campeonato Sudamericano de Clubes en 2004, 2005 y 2006. Desde 2014, en la Liga Sudamericana, que no compite internacionalmente. "Hace bastante que Boca no juega un torneo internacional y en los últimos años ha hecho una apuesta por el básquetbol y por eso se merece esta oportunidad. Ojalá que en el futuro se mantenga disputando este tipo de torneos porque es un club que tiene todo para competir a nivel internacional", dice Aguerre.

El fútbol es el deporte más destacado del club, pero a Federico no le llama especialmente la atención: "No soy de seguirlo mucho, a pesar de que he ido a la cancha. Algunas veces me crucé a Riquelme, a Tevez, a Palermo, pero no soy cholulo. Algunos me preguntan '¿cómo no te sacás una foto?', pero a mí no me interesa".

Claro que hay excepciones para Federico al momento de elegir de quiénes le gustaría tener un recuerdo: "Si me cruzara con Leo Messi, Roger Federer o LeBron James, a ellos sí les pediría una foto, aunque al ser deportistas de súper élite tienen tantos pedidos que debe ser una molestia. Con los que me saqué fue con Ginóbili y con Scola cuando compartí con ellos en la Selección Argentina".

Aguerre vistió la camiseta del seleccionado argentino en el Sudamericano 2010, en los Juegos Panamericanos 2015, en el Sudamericano 2016 y la clasificación para el Mundial 2019. Además, participó en otros procesos como parte de la preselección. "Cada vez que estuve en la Selección la pasé bien. Fue cumplir un sueño. Cuando estaba creciendo veía a la Generación Dorada y luego me tocó compartir entrenamientos con ellos y aproveché para verlos y aprender", dice Federico.

Y agrega: "También estuve con jugadores que después crecieron, tuvieron una gran carrera y son los que se destacan en el equipo actual. Nunca me consideré de los jugadores principales de la Selección sino de los que venían un poco de atrás".

Los objetivos de Aguerre son claros: "Me gustaría ser campeón de la Liga Nacional y de la Basketball Champions League Americas. También quisiera volver a jugar en el exterior para desafiarme, ya que llevo muchos años en Argentina y sería bueno tener una experiencia distinta".

El paso del alero por el básquetbol de España fue breve: en 2009 lo contrató Joventut de Badalona, pero lo cedió al CB Prat. "Estuve un año, fue una experiencia muy positiva. En esa época era marcadamente un interno y comencé a mejorar el tiro, con lo que pude salir a jugar de alero. Entrenaba con el equipo de ACB y luego jugaba con el de LEB Plata. Me di cuenta de que se jugaba de otra manera y que la toma de decisiones debía ser más rápida. Como nunca me salió el pasaporte me tuve que volver y luego mi carrera siguió otro rumbo", recuerda Aguerre.

La paternidad lo tiene alejado de algunos placeres de los tiempos libres, pero Federico tiene bien claros sus gustos, siempre acompañados de un buen café: "Ahora está complicado, pero antes del nacimiento de Milo leía bastante -sobre todo a John Grisham, mi autor favorito- y miraba series -Succession, Games of Thrones, Breaking Bad- y películas. Comencé tres carreras de las que logré terminar una. Empecé por Administración de Empresas, que en ese momento no tenía modalidad a distancia y no la pude seguir. Después intenté con Ingeniería en Sistemas, pero tenía muchas equivalencias y como a veces estaba en la Selección y los exámenes eran entre junio y agosto y yo no podía rendirlos. Finalmente, hice una tecnicatura en Gestión Contable Impositiva y esa la completé".

Es tiempo de descansar un poco más. Antes del próximo entrenamiento. Antes de que llegue la exigente Basketball Champions League Americas. Y, sobre todo, antes de que se despierte Milo.

FIBA