×
22 noviembre, 2021
28 febrero, 2023
02/09/2022
Long Read
a leer

Kai Jones, el joven que busca dar el salto en Bahamas

MAR DEL PLATA (Argentina) – La aparición de Kai Martinez Jones en el seleccionado de Bahamas es una inyección de energía para un equipo que ha mostrado algunos jugadores talentosos a lo largo de su historia, pero nunca logró clasificarse a un torneo de primer nivel.

El joven de 21 años fue protagonista del equipo caribeño en los dos partidos de la cuarta ventana clasificatoria al Mundial 2023 con 18 puntos y 8 rebotes de promedio.

 

“Es muy importante para mí. Soñé por mucho tiempo con jugar para la Selección de Bahamas y ahora se hizo realidad. Es emocionante, maravilloso”, dijo Kai tras su estreno con el equipo absoluto.

 

A pesar de las derrotas frente a Venezuela como local y contra Argentina como visitante, que dejaron a Bahamas en el último lugar del Grupo E con registro de 2 triunfos y 6 derrotas, Jones tiene objetivos de grandeza: “Mi sueño es algún día poder ganar la Copa del Mundo, claro que para eso primero debemos clasificar”.

El pivote bahameño hizo una radiografía de su seleccionado: “Debemos mejorar en la defensa, cuidar más la pelota, tomar mejores decisiones y comunicarnos mejor en ataque. Debemos estar unidos y jugar con alegría. Todos debemos continuar mejorando. El primer paso es creer que es posible, realmente hacerlo. Yo creo en este equipo y que somos capaces de lograr lo que nos propongamos. Debemos ser consistentes. Hay bahameños que consiguieron una medalla de oro olímpica, así que nosotros también podemos”.

La referencia de Kai es a Klay Thompson, campeón con Estados Unidos en Tokio e hijo de Mychal, exjugador de la NBA y nacido en Bahamas. Es más, en el último título con los Warriors de Golden State, Klay festejó con la bandera negra, celeste y amarilla de la isla. Además, Mychel, hermano mayor de Klay, juega en el seleccionado bahameño.

 

Jones, de 2,10 metros de altura, describió cuáles son sus características más destacadas: “Lo mejor de mi juego es la capacidad para incidir en todos los aspectos de un partido. En defensa, protejo bien el aro y también puedo defender en el perímetro. Y en ataque puedo anotar desde corta o larga distancia, soy agresivo y genero situaciones para mis compañeros. Me considero un todoterreno”.

Su primera participación con la Selección mayor de Bahamas no impidió que Kai se integrara rápidamente a la dinámica grupal.

“Tengo muy buena relación con mis compañeros. A algunos de ellos los conocí para estos dos partidos de ventanas clasificatorias, pero el hecho de ser compatriotas y que amemos el básquetbol nos une como una familia. Conocía a Franco Miller de cuando éramos aún más jóvenes y Buddy Hield es alguien que me motivó desde que era chico y también me alentó desde que fui elegido en el draft de la NBA. Me ayudó en todo lo que necesitara y me inspiró para crecer y entrenarme cada día. Es muy importante compartir el equipo nacional con él y aprender de su experiencia”, dijo el interno.

 

Su nombre completo es Kai Martinez Jones. Ese segundo nombre no se corresponde con raíces hispanas sino con una historia particular: un amigo de su padre que se llamaba Martinez falleció antes de que Kai naciera. Como homenaje, el padre utilizó ese nombre para su hijo. El basquetbolista nacido en Nassau, la capital de Bahamas, practicó atletismo antes de iniciarse en el deporte de la pelota naranja. De hecho, Kai fue campeón juvenil de su país de salto triple.

“En mis comienzos en el atletismo practicaba salto en largo, salto triple y salto en alto. Cuando me mudé a Estados Unidos incorporé más disciplinas de atletismo de pista: 400 metros, 400 metros con vallas y 1.500 metros. También practiqué cross country. En los saltos me destacaba por mis buenas actuaciones”.

Jones llamó la atención de todo el continente con una volcada espectacular frente a Venezuela tras capturar un rebote ofensivo. El pívot indicó las razones de su capacidad para elevarse por los aires: “Mi experiencia en el atletismo me ayuda para saltar tan alto, pero no es solo eso. Considero que las dos actividades se complementaron para convertirme en un mejor deportista. Los dos deportes me ayudaron a desarrollarme físicamente. El tipo de entrenamiento que se realiza en el básquetbol me hizo todavía más veloz y explosivo que lo que era cuando practicaba atletismo”.

 

Y a pesar de que ahora es un profesional en el básquetbol, Kai no descarta regresar a su primer deporte: “Creo que algún día puedo volver a practicar salto en alto para ver hasta dónde logro llegar. Creo que puedo tener buenas posibilidades de competir. Hasta lo intentaría en un clasificatorio para los Juegos Olímpicos”.

Donald Thomas, también bahameño, hizo el camino inverso al que hasta ahora transitó Kai: jugó al básquetbol en sus inicios en el deporte y luego fue campeón del mundo en salto en alto en 2007, en Osaka.

Independientemente del recorrido, Jones sabe que hay un punto en que la gran mayoría de los bahameños se unen: “Siempre lo primero es Dios. Somos una nación cristiana y tenemos mucha fe. Además, nos gusta disfrutar de la vida, divertirnos y hacer todo con amor y pasión. Somos buenas personas y cuidamos de nuestros compatriotas. Y siempre estamos con una sonrisa”.

Jones disputó 21 partidos para los Hornets de Charlotte en su campaña de rookie en la NBA, la 2021-2022. “La primera temporada fue de un gran crecimiento para mí. Tuve muchas oportunidades de aprender y mejorar en la G-League para desarrollarme como jugador y como persona. Eso fue maravilloso. Y poder jugar en los Hornets, tener minutos con el equipo principal, fue genial. Pasé un año muy bueno, lleno de aprendizaje”, dijo Kai.

 

Tanto en la mejor liga de básquetbol del mundo como en el equipo nacional, Jones luce el número 23 en su camiseta. El bahameño explicó su elección: “Uso el 23 en honor a Michael Jordan. Es alguien que siempre me inspiró desde que comencé a jugar al básquetbol. Él fue cortado del equipo en la escuela secundaria y a mí me ocurrió lo mismo, y entendí que debía seguir trabajando para mejorar como él lo hizo en su momento. Cuando Charlotte me eligió en el draft, con Jordan como propietario, pensé que eso era una locura: iba a jugar en su equipo y con su número”.

Kai tuvo algunas charlas con el mejor jugador de la historia y contó algunos detalles de su vínculo:

“Michael es una gran persona. Lo primero que me dijo fue que muchos se sorprendían porque había elegido a un jugador de Bahamas en el draft y me explicó que lo hizo porque está seguro de que yo puedo jugar a buen nivel. Confía en mí. Utilizo el número 23 en su equipo, soy un atleta Jordan”.

 

Más allá de su admiración por “Su Majestad”, de niño Kai elegía a otro MJ: “De chico no tenía un poster de Michael Jordan en mi habitación sino uno de Michael Jackson. Amo a Jordan, amo su marca de indumentaria, pero no era él quien estaba en la decoración de las paredes de mi habitación”.

Jones se aferra a la música como compañía para los momentos previos a la competencia: “Me gusta escuchar a DJ Khaled, especialmente su canción God Did. También me gustan Drake, Michael Jackson, Frank Sinatra, Bob Marley, Donna Summer. Antes de los partidos elijo escuchar música tranquila, cantantes con buena voz. Cuando juegas tranquilo, juegas mejor”.

‘More love, more blessings, more life’, sugiere la letra de God Did, la canción preferida de Kai Jones. Más amor, más bendiciones, más vida, es lo que desea el bahameño para su carrera, su futuro y sus sueños. En definitiva, para su vida.

FIBA