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20 noviembre, 2017
26 febrero, 2019
25/11/2017
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Los aficionados llenan los pabellones para ver los clasificatorios

MIES (FIBA Basketball World Cup 2019 European Qualifiers) - Ruido y largas colas rodearon a las selecciones nacionales en el día en que se estrenaron los partidos de clasificación de cara a la Copa del Mundo en Europa. 



El Bursa Tofas Nilüfer Spor Salonu tuvo un atmósfera eléctrica que ayudó a Turquía a remontar una desventaja grande inicial y ganar por 85-73 a Letonia. Todas las entradas de los 6.500 asientos del pabellón se vendieron para ese partido viendo a los 12 Gigantes ganar para fervor de los fans. 


En Alemania, más de 5.000 aficionados rugieron constantemente para que el equipo dirigido por Henrik Rodl funcionase como un tiro y se sobrepusiese a Georgia, a la que venció por 79-70. Los visitantes llegaron a ir ganando por un punto entrando en el primer cuarto, pero ahí fue cuando los aficionados locales rugieron para ver el triunfo por nueve puntos. 


El estadio Pala Ruffini en Turín fue un escenario de rock and roll para el primer partido de clasificación de Italia para la Copa del Mundo ante Rumania, un partido que el equipo de Romeo Sacchetti ganó por 75-70. Los 4.500 asientos en Turín estuvieron llenos hasta la bandera. 


Un par de equipos que sobrevivieron a complicadas fases de clasificación para la Copa del Mundo vieron cómo en su casa siguió el apoyo personificado en los ejemplos de Bosnia y Herzegovina y Holanda.

En Sarajevo, en el Dvorana "Mirza Delibasic" - Skenderija, los aficionados disfrutaron viendo a la joven sensación de 18 años Dzanan Musa y su tremenda actuación con 18 puntos y 7 rebotes en el triunfo sobre Rusia por 81-76. Los aficionados sobrevivieron a un final nervioso con Vitaly Fridzon amenazando con anotar un triple que hubiese llevado el partido a la prórroga. 

Los holandeses acogieron su partido en Croacia en el Rotterdam Topsportcentrum y los 3.100 asientos del aforo estuvieron llenos para ver al equipo ganar por 68-61. 


En el ruidoso Leicester Arena, en el centro de Inglaterra, los griegos supieron de primera mano lo que es un gran ambiente, pero salieron vivos con un triple de Giannis Athinaiou que decantó el partido para los visitantes en la prórroga.



 

FIBA