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20 noviembre, 2017
26 febrero, 2019
06/06/2018
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El canadiense Powell: “He estado entusiasmado todo el año por poder jugar los Clasificatorios en casa”

TORONTO (Clasificatorios de las Américas a la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2019) - Dwight Powell no puede esperar a que lleguen los finales de junio para poder jugar por Canadá en su casa, en los Clasificatorios de las Américas a la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA, algo que de solo pensarlo le pone los pelos de punta de la emoción. Pero, a su vez, también lo pone ansioso tener su apellido de nuevo en la parte de atrás del uniforme canadiense.

Powell, de 26 años, se incluyó en la preselección de Canadá para la tercera ventana, en la que este país será el anfitrión de República Dominicana en Toronto el 29 de junio, así como de las Islas Vírgenes en Ottawa el 2 de julio.

“Definitivamente es un honor", dijo Powell, que hizo los comentarios luego de ayudar a 66 participantes del campamento de la región de Asia-Pacífico en el 10.o Campamento de Baloncesto Sin Fronteras Asia en la ciudad de Delhi, en India. “Es algo con lo que sueñas cuando eres niño. Sabes que siempre sería un honor jugar para tu equipo nacional. Pero una vez te pones la camisa... todavía, al día de hoy, cada vez se siente como algo surreal. Se te ponen los pelos de punta en cada campamento de entrenamiento”.

Esta será la segunda vez que el delantero de 2.05 m jugará para Canadá en una competencia FIBA, pero será la primera que lo hace en casa.

“Esta será la primera vez que juego en mi tierra y he estado entusiasmado por esto durante todo el año. Ojalá podamos hacer el trabajo y competir de la manera correcta y defender nuestra cancha", dijo.

Canadá está en segundo lugar en el grupo D de los Clasificatorios de las Américas, con un récord de 3-1. La República Dominicana, que le ganó a los canadienses en casa 88-76 en noviembre, están invictos 4-0 en el primer lugar, seguidos por Islas Vírgenes 1-3 y Bahamas 0-4.

“La meta es terminar en el primer lugar del grupo y comenzar la Segunda Ronda con cinco victorias. Quedan dos juegos por jugar, dos juegos muy importantes, y la única meta es ganar ambos. Sabemos que no será fácil, pero tenemos el potencial de ganarlos ambos e ir a la próxima ronda de la mejor manera", expresó Powell.

Luego de graduarse de la Universidad de Stanford en 2014, a Powell lo reclutaron los Charlotte Hornets. Lo cambiaron, no obstante, para Cleveland; y después para Boston. Powell terminó en los Dallas Mavericks a finales de año y ha estado con dicho club desde entonces. Esta temporada con los Mavs jugó en 79 partidos y promedió 8.5 PPJ, 5.6 RPJ y 21.2 MPJ.

Ahora está enfocado en Canadá y sabe cuán importante podría ser el primer partido contra la República Dominicana, ya que el primer lugar del grupo podría estar en juego.

“Jugar en tu suelo y con la bandera de tu patria en tu pecho... De veras que no hay nada que se compare a ese sentimiento. Independientemente de contra quién juguemos, es un juego gigantesco. Lo significa todo", explicó. “Pero el hecho de que estamos jugando contra un gran equipo y por una posición en nuestro grupo le añade un énfasis. Con suerte podremos estar a la altura del reto y competir al nivel correcto”.

Powell también buscará dejar atrás la última vez que usó los colores blanco y rojo de Canadá. Fue en las semifinales de la FIBA AmeriCup 2015, con un lugar automático en las Olimpiadas de Río 2016 para el equipo ganador. Los canadienses, con todos sus jugadores de la NBA, no pudieron seguir luego de enfrentarse a Venezuela; un equipo que no tenía un solo jugador de la NBA. Luego no pudieron llegar lejos en el Torneo Clasificatorio Olímpico 2016 en Manila.

“Sí, fue fuerte. Fue una medicina muy, muy amarga", rememoró Powell. “Definitivamente estábamos bien entusiasmados y estábamos jugando bien y compitiendo bien. Nos enfrentamos a un equipo que también estaba jugando muy bien y no lo logramos.

“Eso es algo con lo que todos tendremos que vivir por el resto de la vida porque solo existe un número limitado de oportunidades de nivel FIBA en tu carrera, contrario a aquellas en tu carrera de clubes, que es algo que sucede año tras año. Así que es una herida que todavía está abierta”.

Powell sabe que tendrá ese juego en mente durante el verano y espera que sus compañeros de equipo también lo tengan.

“Con suerte los compañeros que fueron parte de ese equipo y que son parte de este equipo que viene por ahí tienen esto fresco en sus mentes como sé que lo tengo yo", dijo. “Creo que el equipo completo cargará con eso durante el resto de nuestra vida en el equipo nacional. Solo estar así de cerca... Definitivamente le añadirá leña al fuego”.

Sobre el tiempo en el que estuvo en India en el que ayudó a formar a la próxima generación de jugadores asiáticos, Powell reflexionó y habló entusiasmado sobre dicha experiencia.

“Primero que todo, es una bendición estar a un nivel en el que me invitan a venir para acá. Es un honor estar aquí. También es un honor devolverle algo al juego que me ha dado tanto", expresó.

“Hay mucho talento a medida que el juego crece. Es importante ayudar a cultivar eso para que el juego tenga el mejor futuro que podamos darle. Ver a estos chicos y el talento que ya tienen y poder ayudarles de cualquier manera es genial y es una bendición poder aportar algo de vuelta. Es gratificante ver a estos chicos y ver cuán dispuestos son. ¡Estoy tan agradecido de tener esta oportunidad! Y siempre es divertido ver a alguien hacer algo que ama y aprovechando al máximo una oportunidad para poder ser mejor”.

FIBA