TMCO – El rey ha llegado
CARCAS (Torneo de Clasificación Olímpica FIBA) - El baloncesto internacional está finalmente viendo lo mejor de Nigeria. El país que ha dado al mundo a Hakeem Olajuwon y que también ha llegado a las rondas de eliminación del Campeonato Mundial FIBA 2006 ha quedado detrás de la estela de sus hermanos ...
CARCAS (Torneo de Clasificación Olímpica FIBA) - El baloncesto internacional está finalmente viendo lo mejor de Nigeria.
El país que ha dado al mundo a Hakeem Olajuwon y que también ha llegado a las rondas de eliminación del Campeonato Mundial FIBA 2006 ha quedado detrás de la estela de sus hermanos africanos de Angola durante años pero esta semana en Caracas, Venezuela en el Torneo de Clasificación Olímpica FIBA (TCO), el equipo dirigido por Ayo Bakare ha tenido tres actuaciones sorprendentes.
Tras causar cierta impresión en la derrota por 71-69 ante los locales, Venezuela, Nigeria se recuperó para vencer a un par de potencias europeas como Lituania (86-80) y Grecia (80-79).
Al llegar al cruce de Semifinales del sábado ante Rusia, Nigeria se encontraba a una victoria de distancia de la primera aparición olímpica de su historia.
En caso que Nigeria pierda, ellos jugarían en la final del domingo ante República Dominicana o Lituania.
En Venezuela, los nigerianos han jugado con pasión, autoconvencimiento, determinación y compostura.
Ellos poseen uno de los equipos más atléticos en la competencia y uno que ha jugado con inteligencia.
Dos de los jugadores más atléticos son los hermanos Aminu, nativos de Atlanta, aunque su padre es nigeriano.
Alade Aminu, de 24 años, ha jugado en el baloncesto norteamericano colegial en Georgia Tech mientras que Al-Farouq Aminu, de 21, ha competido en Wake Forest, en North Carolina.
Alade ha sido profesional en Europa, pasando su reciente temporada con el Elan Chalon en France donde ha ganado tres trofeos domésticos.
Al-Farouq juega en la NBA con los New Orleans Hornets.
En nigeriano, Al-Farouq significa "El Rey ha llegado" y eso es exactamente lo que ha sucedidoen Caracas.
Cuando se trata de deslumbrar, con jugadas volando por encima del cesto, él lo hace por encima de todos.
Ha logrado recibir muchos aplausos del público.
En la noche de apertura, el compañero de Al-Farouq's en los Hornets, Greivis Vasquez de Venezuela ha sido claramente la principal atracción pero desde entonces, el volador Al-Farouq ha logrado hacer una jugada impresionante tras otra.
Ama jugar para el país de su padre.
"Es algo grandioso," le dijo a FIBA.com.
"Mi padre es nigeriano y mi familia es nigeriana por lo que para mí significa mucho. Recién ahora juego en el nivel FIBA y durante el verano con estos muchachos, y jugar con mi hermano, es mucho para mí."
Al-Farouq ha promediado 13 puntos y 5,7 rebotes en tres partidos.
Tuvo un flojo comienzo ante Venezuela, un partido que Nigeria cayó por 71-69.
Pero en el triunfo 86-80 sobre Lituania y en el 80-79 sobre Grecia, anotó 11/22 de campo en suma, tomando 14 rebotes y tapó un lanzamiento.
Los nigerianos han crecido en este torneo y eso es especialmente cierto de Al-Farouq.
Frente a Venezuela, intent6oacute; forzar su juego en lugar que el juego le llegue a él.
Anotó un par de triples pero tuvo un 4/11 de campo además de 3 pérdidas.
Defensivamente, Al-Farouq sumó dos tapones pero no ha estado contento por su actuación.
"En el primer partido estaba muy excitado," dijo.
"Era mi primer partido a gran escala con el equipo. Simplemente quería hacerlo bien y mis nervios se impusieron. El baloncesto FIBA me recuerda al colegial. Es bueno tener buenos compañeros como los que tengo porque ellos me ayudan. Lo sentí ante Lituania, porque he jugado como siempre juego."
En la victoria por seis puntos versus Lituania, Al-Farouq ha sido más paciente en ofensiva y finalizó con 16 puntos y 9 rebotes.
Al-Farouq dice que los jugadores de Nigeria nunca dudaron de sí mismos tras la derrota ante Venezuela.
"Sabíamos que era nuestra primera vez jugando juntos," dijo.
"Apenas estuvimos juntos durante tres semanas. Creo que nos enseñó mucho y nos ayudó con nuestro juego. Llegamos a cada partido pensando que lo vamos a ganar."
Sea que haya sido en defensa o en ofensiva, Nigeria nunca ha bajado los brazos ante Lituania, un equipo que ha estado presente en cada juego olímpico desde 1992.
"Sentimos que perder no era una opción," dijo Al-Farouq.
"Al finalizar el juego hablamos sobre lo mucho que significó para todos."
Nigeria ahora acarrea la bandera del baloncesto africano.
"Estamos llegando," dijo Al-Farouq.
"Realmente queremos dejar una marca. Esperamos poder lograr uno de esos lugares para los Juegos."
Nigeria puede permitirse perder ante Rusia el sábado y aún poder estar en Londres en caso de ganar la Final del Domingo, ellos no tenían semejante lujo para darse ante Lituania o Grecia.
Una derrota en cualquiera de esos partidos les hubiera significado verse fuera de la contienda por los Juegos.
"Ya era una situación de ganar o irse a casa y sabíamos que teníamos que jugar con intensidad, y lo logramos," dijo Al-Farouq.
Si importar lo que suceda en el resto del verano, la experiencia de Caracas será atesorado por siempre por Al-Farouq.
Él tirne la oportunidad de jugar con su hermano, Alada, quien ha estado sensacionao ante Grecia, con 9 puntos y 7 rebotes.
"Es imrpesionante," dijo Al-Farouq.
"Hemos crecido juntos pero nunca he estado en el mismo equipo con él profesionalmente. Es la primera vez y para nosotros, estar juntos como lo estamos ahora es sensacional."
Si padre no ha volado a Caracas pero Al-Farouq sabe que alienta a sus hijos.
"Él está de regreso en New Orleans e intenta ver los partidos en la computadora," dijo Al-Farouq.
"Él está emocionado."
FIBA