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    Leyendas Olímpicas – Un grande de Argentina

    LONDRES (Juegos Olímpicos) - Ricardo González recuerda aquellos días cuando era parte del equipo nacional argentino que conquistaba todo. Mucho antes que Manu Ginóbili y Carlos Delfino sean campeones olímpicos, estaba González. El escolta de 1,80 metros no llegó a ganar millones de dólares o ...

    LONDRES (Juegos Olímpicos) - Ricardo González recuerda aquellos días cuando era parte del equipo nacional argentino que conquistaba todo.

    Mucho antes que Manu Ginóbili y Carlos Delfino sean campeones olímpicos, estaba González.

    El escolta de 1,80 metros no llegó a ganar millones de dólares o euros como algunas de las estrellas de Argentina de hoy en día, pero González disfrutado cada minuto que ha jugado.

    "Uno ha tenido el privilegio de poder viajar, conocer el mundo," le dijo a FIBA.com.

    "He sido afortunado en haber podido disputar dos Juegos Olímpicos, en Londres (1948) y Helsinki (1952).

    "Con mi club (en Argentina, el Palermo), he recorrido toda España. También hemos ido a Italia y Francia, además de recorrer Sudamérica y México."

    "Ha sido una gran experiencia."

    En suma, González ha representado a Argentina en 50 oportunidades.

    Pero una de esas experiencias aparece por encima de todas las demás.

    "El Campeonato Mundial en 1950," aseguró.

    Esa fue la primera vez que se ha realizado el evento y González promedió 10,7 puntos por partido en el torneo.

    "Muchos de mis compañeros aún viven e intentamos seguir reuniéndonos.

    "Eso es lo más importante."

    González ha anotado 7 puntos para que Argentina obtenga la medalla de oro frente a Estados Unidos por 64-50.

    Ese ha sido un partido que él nunca, jamás olvidará, con 15.000 espectadores alentando al equipo en el estadio Luna Park en Argentina.

    "Ha habido otros," comentó González en cuanto a los logros obtenidos.

    "Haber ido a los Juegos en Londres y a los de Helsinki donde finalizamos en cuarto lugar, también han sido algo maravilloso."

    Argentina podría haber logrado una medalla en Helsinki si hubieran podido vencer a Estados Unidos en la Semifinal.

    González pudo haberles dado esa oportunidad al anotar 22 puntos, pero la victoria fue para los norteamericanos por 85-76.

    "En realidad, podíamos haber jugado 10 partidos ante Estados Unidos y estoy seguro que hubiéramos ganado más veces que ellos a nosotros," dijo González.

    Los aficionados al baloncesto de argentina no pueden más orgullosos por González, quien ha sido introducido al Salón de la Fama FIBA en 2009.

    El jugador que él más admira del actual equipo nacional es Luis Scola, miembro del plantel argentino que ha obtenido la medalla dorada en los Juegos de Atenas y que este año líderó al equipo a lo más alto del podio en el Campeonato FIBA Américas en Mar del Plata.

    “Luis Scola tiene una enorme voluntad,” comentó González.

    “Él vive el baloncesto con gran intensidad, algo que es espectacular. Recuerdo que en mi época, solíamos entrenar tres o cuatro veces a la semana. Queríamos ir al club hasta los sábados y el domingo jugar el partido. Él me recuerda ese tipo de jugador.”

    De haber sido González un jugador de la actual generación, el hubiera sido millonario al igual que las superestrellas argentinas de estos tiempos.

    Aunque eso no le provoca una mala sensación.

    Él tiene un gran respeto por los jugadores argentinos como Scola o Ginóbili por la manera en que utilizan su fama para ayudar a otros.

    “Los jugadores están felices y son muy buenos muchachos,” ha dicho.

    “Ellos hacen mucho por los jóvenes, creando fundaciones. Ellos pueden encargarse de los niños que están en las calles y atraerlos al deporte."

    “Y creo que eso es lo que más reconforta porque el dinero un día lo tienes y luego no. El poder darles oportunidades a los niños que no tienen las posibilidades, con su ayuda, ellos pueden hacer sus sueños realidad, algo que para mí es admirable.”

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