LAS VEGAS (Estados Unidos) – La Summer League de la NBA en Las Vegas llegó recientemente a su fin, y entre los representantes más destacados del continente americano estuvo el alero brasileño João Marcello Pereira, mejor conocido como “Maozinha”. El jugador de 24 años debutó en la NBA con los Memphis Grizzlies durante la temporada 2023-24 y ahora busca hacerse un lugar con los Bulls de Chicago. Con casi ocho años de carrera profesional, Pereira está dispuesto a asumir nuevos desafíos con madurez y liderazgo, con el objetivo de ayudar a sus compañeros que vienen directamente desde el baloncesto universitario o que recién comienzan su etapa profesional. “Cuando estuve con los Grizzlies, fue mi primera vez como parte de un equipo NBA, y todo era nuevo. Todavía estaba tratando de entender las cosas y aprender qué podía aportar a la organización”, contó Pereira a FIBA Américas. “Ahora, con los Bulls, veo las cosas de otra manera. Ya no soy un novato, bueno, técnicamente todavía sí, pero ya tuve minutos en la NBA, cosa que muchos chicos de este equipo aún no. Así que mi rol ha cambiado bastante y ahora es más de liderazgo: ayudar a mis compañeros a adaptarse y hacer la transición a la NBA, sin dejar de trabajar duro para ganarme mi propio lugar... Me tomo esa responsabilidad muy en serio”, agregó. Pereira promedió 10,0 puntos, 4,3 rebotes y 1,0 tapones en tres partidos disputados en esta Summer League 2025.
El camino de Pereira hacia la NBA ha sido distinto al de la mayoría. Comenzó en el NBB de Brasil, donde jugó en clubes como Pinheiros, Cearense y Corinthians. Luego tuvo un paso por la liga de Macedonia, más tarde llegó a la G-League con los Capitanes de Ciudad de México, y de allí fue llamado por los Grizzlies. Durante las dos últimas temporadas jugó para su filial, los Hustle de Memphis. En marzo de este año, se incorporó al club Nacional de Uruguay, donde fue campeón antes de integrarse a los Bulls. Esta variedad de experiencias le ha dado una perspectiva única sobre el juego. “Han sido unos años muy locos para mí, pero los valoro muchísimo”, reflexionó. “La cantidad de baloncesto que he podido vivir en distintos niveles, desde el NBB en Brasil, pasando por Europa, hasta llegar a la NBA. La cantidad de personas maravillosas que he conocido, lo mucho que he aprendido del juego... Estoy muy agradecido por todo eso”.
Orgulloso de vestir la "verdeamarela"
Más allá de sus compromisos con clubes, Pereira también ha sido una presencia constante en la selección nacional de Brasil en los últimos dos años. Representó a su país en los Juegos Olímpicos de París 2024 y en las ventanas clasificatorias rumbo al FIBA AmeriCup 2025.
Asegura que el pueblo brasileño lo hace sentir muy querido cuando juega en casa, y sobre todo, le recuerda que representa algo más grande que él mismo. “Es un honor enorme, la verdad. Creo que ya somos más de 200 millones de personas, y ser uno de los pocos que representa a Brasil al más alto nivel es algo que me llena de orgullo”, explicó. “No solo representaba a mí mismo, a mi familia o a todo por lo que he trabajado, sino a todo un país. Así que estoy profundamente agradecido, primero por ser reconocido, y me siento muy orgulloso de ser parte de este país”. Su vínculo con la selección también está marcado por amistades cercanas, como la que tiene con Gui Santos, otro brasileño que juega en la NBA con los Warriors de Golden State. Uno de sus recuerdos más emotivos fue el intercambio de camisetas con Santos después de enfrentarse en un partido. “Fue como una escena de película. Dos brasileños en la NBA, en uno de nuestros primeros partidos, intercambiando camisetas al final. Ese momento es uno de mis favoritos; sigue siendo una de mis publicaciones más populares en Instagram. Me recuerda nuestra amistad, pero también cuánto significa el juego para mí. No solo el deporte en sí, sino toda la cultura que lo rodea: las amistades, los viajes, la gente que uno conoce. Es mucho más que solo baloncesto”.
A lo largo de su camino, Pereira ha contado con un sistema de apoyo muy sólido, especialmente de su familia y su esposa, quien lo ha acompañado desde el comienzo de su carrera. “Desde que nos casamos, no hemos vivido en Brasil por más de un año. Ha sido una locura, pero ella siempre ha estado ahí. Mi familia me apoya y me visita cada vez que puede. Y sigo en contacto con los amigos que he hecho en el camino. Sin todos ellos, no estaría aquí”, aseguró. Estos últimos dos años han sido especiales para el oriundo de Río de Janeiro, con su debut en la NBA y su participación en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, también le han dejado lecciones que espera que los jóvenes jugadores puedan aplicar, ya que no todo ha sido fácil. “Lo más importante es la constancia y la resiliencia. Es fácil estar feliz después de un buen partido o al ganar un campeonato. Pero es difícil mantener la motivación cuando pierdes, cuando tienes un mal juego o una lesión. Esos son los momentos de los que la gente no habla, pero son los que más me han enseñado”, afirmó. Ya sea en la NBA o en cualquier otra liga, Pereira aún tiene mucho por ofrecer. Uno de sus próximos desafíos será el FIBA AmeriCup 2025. La Confederación Brasileña de Baloncesto lo incluyó en la lista preliminar de 16 jugadores para el torneo. Todavía no se sabe si estará en el roster definitivo, pero a él le encantaría volver a compartir la cancha con sus compañeros de selección. “Una de las mejores cosas del verano es que tenemos más tiempo para entrenar juntos y construir química. Para mí, esa es una de las mejores partes de la temporada. Le da sentido a todo lo que atravesamos durante el año”. FIBA