10/03/2023
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Latinos en la NCAA: Norchad Omier genera gran impacto en la Universidad de Miami

MIAMI (Estados Unidos) – El talento centroamericano prospera en el extranjero. Una representación perfecta de tal talento es Norchad Omier, proveniente de Bluefields, Nicaragua. Omier es el primer nicaragüense en la historia en obtener una beca en la División I de la NCAA (National Collegiate Athletic Association), el principal circuito universitario de Estados Unidos, y se proyecta a continuar en los niveles más altos del baloncesto.

El alero de 6'7" juega actualmente para la Universidad de Miami (UM) en Miami, Florida. El estudiante de tercer año promedió 14.1 puntos, 10 rebotes y 1.3 asistencias, mientras que lanzó 71.5 por ciento desde la línea de tiros libres en la temporada regular 2022-2023. También registró 15 puntos y 13 rebotes en el último partido de la temporada regular de los "Canes" contra Pittsburgh y totalizó 196 rebotes totales en la ACC esta temporada, para empatar un récord del programa.

Su actuación esta contienda ayudó a los Hurrricanes de Miami a terminar una temporada histórica, al coronarse co-campeones de la ronda regular de la Conferencia de la Costa Atlántica (ACC). Esto le valió a los Hurricanes el primer sembrado en el Torneo ACC por segunda vez en la historia del programa. La corona de conferencia de la temporada regular es la tercera en la historia del equipo.

Los "Canes" ahora están compitiendo por el título del torneo ACC, se enfrentan a la Universidad de Duke en las semifinales el viernes por la noche.

Temprano impacto

Aunque solo está comenzando en una carrera prometedora en el baloncesto, el viaje de Omier comenzó de manera diferente a la de un jugador promedio de la NCAA. Su historia comienza en el barrio Beholdeen en una de las zonas más populares de Bluefields, Nicaragua.

Fue el ex jugador de la selección nacional de Nicaragua y promotor de baloncesto, Wesley Savery, y legendario entrenador Ronnie Cayasso, quienes descubrieron el joven talento de Norchad Omier.

Wesley, quien tuvo una destacada carrera en la División II de la NCAA, siempre busca apoyar al baloncesto nicaragüense para continuar con su crecimiento y su participación en competencias de alto nivel. En uno de sus viajes a Bluefields, cuenta cómo tuvo la experiencia de ver jugar a Omier por primera vez.

“Al llegar al juego, el primer sonido que escuché fue ese 'boom' reconocible de una volcada, y me sorprendió escuchar eso en un juego juvenil, junto a la celebración de todo el gimnasio”, dijo.

A la temprana edad de 15 años, Norchad brilló con su gran talento y atletismo mientras se enfrentaba contra jugadores de la Liga Superior. Savery contactó a la familia Omier y se comprometió a ayudarlo a obtener las mejores condiciones para su carrera en el baloncesto, con el objetivo de obtener una beca deportiva/académica.

“El baloncesto para mí es un estilo de vida. Otra forma en que lo describiría es como una llave que abre mil puertas porque hace unos años estaba en Bluefields estudiando y jugando y nunca me hubiera imaginado que a través del baloncesto podría estar jugando en la Universidad de Miami, en una de las conferencias más grandes de los Estados Unidos", dijo Omier.

 

 

Omier comenzó a participar en varios campamentos fuera de su Nicaragua natal y se posicionó como uno de los mejores prospectos para evaluadores y entrenadores universitarios en los Estados Unidos. Comenzó a jugar en el Miami Prep School y, debido a su gran potencial, rápidamente rompió récords. Uno de los más impresionantes fue lograr 45 dobles-dobles (puntos y rebotes) en 47 juegos. Esto atrajo un gran interés de 11 universidades estadounidenses.

Entrando a la NCAA

Sin embargo, debido a la pandemia, varias ofertas desaparecieron y finalmente fue Arkansas State la que confirmó su compromiso con Omier, convirtiéndolo oficialmente en el primer nicaragüense en firmar una beca en la División I de la NCAA.

Como estudiante de primer año, Omier fue nombrado Jugador del Año de la Conferencia Sun Belt y Jugador Defensivo del Año y se convirtió en el primer estudiante-atleta en la Conferencia, desde Mike Wells, de Western Kentucky (2003-04), en ganar ambos premios.

Luego de 2 años en Arkansas, Omier ingresó al portal de fichajes donde decidió regresar a territorio familiar y una de las conferencias más competitivas de la NCAA.

Estaba entre los tres primeros en el portal de transferencias y había 37 universidades tratando de reclutarlo. El nicaragüense finalmente eligió la Universidad de Miami.

 

 

Jugando con Nicaragua en el corazón

“Es un sentimiento muy bonito, me siento muy orgulloso de ser el primero y demostrar que hay talento en Nicaragua y que gracias a mi historia se abrirán más puertas para otros deportistas de Centroamérica”, dijo.

Omier es un habitual vocero de su país natal y busca atraer, a través de su destacada obra e imagen, las historias positivas y todas las bondades de su natal Nicaragua, donde se está convirtiendo en un ícono cultural.

“Para Nicaragua, tener el primer jugador en llegar a la División I de la NCAA ha sido un logro para nuestro deporte, y hay miles más que siguen cada juego de Norchad, lo que ha creado un fenómeno dentro de los jugadores jóvenes, porque todos quieren ser como él", dijo Yuri Cisne, gerente general de la Federación Nicaragüense de Baloncesto (Fenibal).

“Norchad ha representado a nuestro país de la manera más honorable, logrando abrir puertas para que otros jóvenes puedan tener las mismas oportunidades en Estados Unidos. Nos ha elevado a otro nivel, donde ningún jugador nicaragüense ha llegado, con resultados extraordinarios en cada partido. El sueño de nuestro país es verlo en la NBA”, agregó Cisne.

 

En abril de 2021, Omier debutó con la selección de Nicaragua durante los Pre-Clasificatorios de las Américas a la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2023.

“Fue una hermosa experiencia vestir los colores de mi país. Me llena de orgullo porque cualquier niño, cuando empieza a practicar un deporte, sueña con jugar en su selección y jugar al más alto nivel”, dijo Omier, quien también le devuelve a su comunidad con trabajo en la federación. Se unió al proyecto de Fenibal, llamado “Hagamos MiniBasket, Una Pelota por Niño”, donde compartió sus experiencias con 100 niños de Bluefields.

Norchad, también está cursando Administración Deportiva con especialización en Ciencias Deportivas en la UM.

“El mensaje que me gustaría dar a los futuros jugadores es que nunca retrocedan y que si realmente quieren hacer algo, no importa en ningún deporte, den el 100% y confíen en Dios primero y estudien, porque la educación es muy importante. Seamos respetuosos con los mayores, escuchemos a los padres y hagamos los sueños realidad. Vedaderamente si uno lo quiere de todo corazón y trabaja por ello, con la ayuda de Dios, las cosas pasan”.

Sobre sus proyecciones para el futuro, Norchad comparte: “Sueño con el escenario más grande, primero gracias a Dios, porque es él quien me tiene donde estoy hoy. El sueño es ir a la NBA, terminar la carrera universitaria e irme a jugar profesionalmente”, concluyó.

FIBA