Rivers, de Duke, podría haber sido material olímpico

VALENCIA (London Calling , por Jeff Taylor) -Austin Rivers se ha robado todo el protagonismo esta semana cuando anotó el lanzamiento ganador que le ha dado a Duke la victoria por 85-84 en su visita a North Carolina.

No ha sido cualquier tiro.

Ha sido uno para recordar en la mayor rivalidad en el baloncesto colegial norteamericano.

Ha sido la jugada del día, la jugada de la semana, la jugada del año.

Podría finalizar siendo la jugada de la década.

El lanzamiento ha sido como una puñalada en el estómago de los Tar Heels, al menos para mí así lo ha sido.

Años anteriores, una actuación como la de Rivers ante Carolina al haber anotado 6/10 en triples y ser el goleador del partido con 29 puntos, lo podría haber lanzado hacia el estrellato olímpico.

En aquellos días, los norteamericanos teníamos frescas presencias colegiales en nuestros equipos olímpicos.

Conétense y busquen el video de los Juegos de 1972 y podrán ver lo que era un joven Doug Collins.

Observen en 1976 y midan la edad del base armador Phil Ford.

Echen un vistazo a Steve Alford y al equipo de 1984, o a David Robinson en 1988.

Ha sido una fuente de orgullo para los norteamericanos el saber que sus jugadores universitarios eran partícipes de los equipos en los Juegos Olímpicos y haciéndose valer ante el resto del mundo.

Todo ha cambiado en los Juegos de 1992, cuando el más famoso equipo de baloncesto de todos los tiempos pisó el campo de juego en Barcelona.

El Dream Team de Estados Unidos contaba con 11 estrellas de la NBA y un jugador de universidad, Christian Laettner, y se quedaron con la medalla dorada.

Laettner también jugaba para Duke.

Los jugadores colegiales norteamericanos llegaban a los Juegos Olímpicos con la esperanza que podían ganar medallas de oro.

El equipo de 1988 ha visto caer sus esperanzas doradas con la derrota por 82-76 ante la Unión Soviética.

“Nada de lo que suceda podrá jamás reivindicar el no haber ganado esa medalla de oro,” dijo muchos años después Dan Majerle, el líder anotador del equipo de Estados Unidos.

“Ese era un equipo muy especial con Robinson y (Danny) Manning. Yo creía que teníamos lo suficiente para ganar.”

Robinson jugaría luego para el Dream Team.

La introducción de jugadores NBA en los Juegos de 1992 no ha sido para nada malo. Ha estado muy lejos de serlo. El interés por el deporte alrededor del mundo ha explotado.

Hoy en día la competencia olímpica es mucho mejor.

Aunque hay algo especial sobre un jugador universitario como Rivers quien está camino al estrellato.

"Cuando ingresó el balón, mi corazón saltó,” dijo Rivers luego que emergió del fondo de una pila de jugadores de Duke que estaban celebrando en el Smith Center.

“Ha sido la mejor sensación que jamás he sentido en toda mi vida."

Su padre, el entrenador en jefe de Boston Celtics Doc Rivers, se encontraba observando el partido y estaba tan emocionado que se lo ha visto saltando en las gradas como si también fuera su mejor momento de su vida.

Mike Krzyzewski, el entrenador de Duke, también está al mando del seleccionado norteamericano y estará en Londres.

Algo que dijo tras el partido ante Carolina me hizo preguntar ¿qué pasaría si?

"Ha sido puesto en esta tierra para hacer esto que ha hecho," dijo Krzyzewski sobre Rivers.

"Anotar el tiro ganador de un juego es apenas un libro de cuentos."

Jeff Taylor
FIBA

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