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    Un final de infarto deja a Pringis sin final de Hollywood

    SEVILLA (FIBA Basketball World Cup) - A un guionista de Hollywood le habrían despedido si hubiera creado la victoria en el tiempo extra de Croacia sobre Filipinas, en un final como el de la historia de Mar

    SEVILLA (FIBA Basketball World Cup) - A un guionista de Hollywood le habrían despedido si hubiera creado la victoria en el tiempo extra de Croacia sobre Filipinas, en un final como el de la historia de Marc Pingris. El pívot de Filipinas mereció un mejor final aunque el hecho de estar en la FIBA Basketball World Cup es ya de por si merecedor del  Oscar al drama.

    En primer lugar el pívot subestimado de  1,98m tuvo que luchar el partido contra jugadores mucho más altos que él.

    “Solo di el 100% de mí, ellos eran grandes pero yo utilice mi velocidad y el 100% de mi corazón”, dijo Pingris después de conseguir 10 puntos, 4 rebotes y un robo en la derrota de Filipinas en el Grupo B abierto en Sevilla.

    El Corazón y la velocidad de Pingris es algo que el entrenador Vincent 'Chot' Reyes de Filipinas aprecia mucho. “Marc Pingris como jugador no tiene habilidades. Él no sabe tirar desde fuera y tiene un promedio más elevado en el juego de manos. Él es un buen reboteador para Filipinas. Midiendo un 1.98m  en Filipinas es alto, pero aquí es superado por los pívots a los que se enfrenta. Él es una de las partes más importantes de nuestro equipo y su habilidad es su velocidad”  dice Reyes.

    Él trabaja duro, los balones que  piensas que son imposibles él los consigue.  Es capaz de defender a rivales que parecen imposibles de defender. Y esto es lo que nos proporciona una increíble ética y un incansable espíritu de lucha.

    Este incansable espíritu no es una sorpresa considerando como es Pingris de luchador y lo increíble que es estar jugando ante 3.500 personas en una Copa Mundial.

    El padre francés de Pingris les abandonó a él y a su madre cuando era un niño dejándole prácticamente sin nada.

    “Tenía un pequeño trozo de saco que colocaba en el suelo y utilizaba como cama mercado. Pero como su padre era fránces creció hasta medir 1.98m y eso en las Filipinas es ser alto.”

    Esto ayudó a Pingris a la hora de ir a la universidad en Manila, pero se vio obligado a dejar  de estudiar y empezar a jugar comercialmente para así mantener a su madre enferma. Jugó en la Asociación de Baloncesto de las Filipinas (PBA en inglés) y fue lo suficientemente bueno como para formar parte del combinado nacional. El resto como se suele decir es agua pasada.

    “Quiero agradecérselo al Señor. Él me dio la oportunidad de jugar al baloncesto aquí,” dijo Pingis emocionado al hablar de su travesía para llegar a España. “Echó de menos a mi madre. Quiero darle las gracias a ella. Voy a llorar.”

    En un momento dado, Pingris se casó caso con una actriz y ha pasado de unos orígenes humildes a una vida cómoda en Manila. Incluso encontró a su padre en Francia con quien actualmente posee una sólida relación.

    Reyes recordaba un viaje en tren con el equipo en España poco antes de comenzar la Copa del Mundo. “Estábamos en un vagón donde estaban sirviendo la comida, estábamos tomando un buen café y un refresco y admirando las vistas al campo. (Pingris) Se me acercó y me dijo ‘Entrenador, imagíneme. Hace nada estaba vendiendo sandías y ahora estoy aquí, en España, en este tren. De vender sandía y dormir en medio del mercado a ahora que estoy en estos hoteles geniales en España, con estos grandes alrededores.’” Dijo Reyes. “Tío si eso no es una buena historia no sé lo que lo es.”

    Si solo el final hubiera sido un poco diferente.

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