Canción del cisne dorado para la Generación Dorada de Argentina
LONDRES (Juegos Olímpicos) – Con 16 equipos nacionales (nueve de hombres y siete de mujeres) clasificados ya para los torneos de baloncesto de Londres 2012 y otros 24 equiipos (12 masculinos y 12 femeninos) que serán parte del Torneo de Clasificación Olímpica Mundial, london2012.fiba.com hará perfiles de diferentes ...
LONDRES (Juegos Olímpicos) – Con 16 equipos nacionales (nueve de hombres y siete de mujeres) clasificados ya para los torneos de baloncesto de Londres 2012 y otros 24 equiipos (12 masculinos y 12 femeninos) que serán parte del Torneo de Clasificación Olímpica Mundial, london2012.fiba.com hará perfiles de diferentes equipos cada semana, buscando su historia olímpica, sus actuaciones y resultados durante variados torneos clasificatorios así como a los jugadores clave que han sido parte de su plantel.
El primer equipo que observaremos es Argentina, que ha clasificado a Londres gracias a haber obtenido el Campeonato FIBA Américas 2011 para el deleite de los aficionados locales en Mar del Plata.
Conocida como la Generación Dorada, este equipo de promedio de edad alto cuenta con tres jugadores que han sido del equipo titular (Manu Ginóbili, Luis Scola y Andrés Nocioni) que han llevado a Argentina a la medalla dorada en los Juegos Olímpicos 2004 en Atenas, Grecia, mientras que los dos equipos cuentan con seis jugadores en común (agregando a Fabricio Oberto, Carlos Delfino and Pepe Sánchez).
Ha sido claro que al llegar a 2011 con solamente dos jugadores en sus 20 años y un promedio de más de 32 años, este equipo tiene los días contados. El Campeonato FIBA Américas (realizado en su casa por primera vez desde que lo ganaron en 2001) sería la oportunidad para que los aficionados argentinos puedan despedirlos. ¿Era para poder finalizar entre los mejores dos o mejor aún que puedan igualar el nivel de expectativas y ganar el torneo, el hecho que se le diera una última chance de alcanzar la gloria en los Juegos de Londres 2012?.
De los 10 partidos que jugaron en Mar del Plata, sólo tres serían de marcados cerrado. El primero, denominado como un ensayo general de lo que luego terminarían siendo sus rivales en las finales frente a Brasil, ha servido como su única derrota del campeonato al sucumbir por 71-73.
En el segundo, la Semifinal ante Puerto Rico, tiros libres de Ginóbili y Prigioni en el minuto final del partido llevaría a Argentina a una victoria 81-79.
El triunfo ha confirmado la muy anticipada revancha, que ha visto a Argentina mantener una cerrada ventaja a través de la última parte del juego, manteniendo los nervios durante el intercambio de tiros libres en los minutos finales para el deleite de Mar del Plata y el país entero.
Como ha sido el caso de 2004, Scola y Ginóbili han finalizado nuevamente como los máximos anotadores combinándose para casi 40 minutos por encuentro.
Scola, llegando de su mejor temporada NBA hasta el momento con los Houston Rockets, se mantuvo en cierta forma de lo que le ha dado a su país cuando promedió 27,1 puntos por partido en el Campeonato Mundial FIBA 2010.
Pero este año él pudo ayudar a su buen amigo Manu, quien se ha perdido el mundial último y si el físico le permite, seguramente viaje a Londres junto a otro ausente de 2010, Andrés Nocioni.
Como parte del quinteto inicial de este verano están el base Pablo Prigioni y el escolta Carlos Delfino, mientras que Fabricio Oberto (lesionado previo al torneo), ha tenido menos tiempo de juego que tanto él como su país hubieran querido como ideal.
Que un jugador lesionado de 36 años como Oberto haya sido elegido para el plantel del Campeonato FIBA Américas es un indicativo de la debilidad de Argentina pero también dice mucho sobre sus fortalezas. Ellos crecen rápidamente y con ocho partidos en 16 días, el nivel de energía y estado físico podría ser una preocupación de importancia al ir avanzando en el torneo.
La mayoría en Argentina admite que el país cuenta con pocos listos para reemplazar al actual y excepcional grupo de jugadores y acuerdan que ahora no es momento para hacer el cambio; ellos están más que dispuestos en poner a un lado las preocupaciones por el futuro para darle a esta única generación una última oportunidad de alcanzar la gloria.
Argentina, un equipo que se ha mantenido igual por dos ciclos olímpicos, con jugadores que se conocen como las palmas de sus manos, son tan cercanos como si fueran una familia y llegarán al torneo unidos en la esperanza de pelear por la perfecta canción del cisne.
FIBA