SAN SALVADOR (El Salvador) - República Dominicana es uno de los grandes animadores que tendrá el Centrobasket a jugarse del 24 al 28 de marzo en El Salvador. Un equipo de experiencia, que buscará ir por todo en el regreso del atractivo evento de la región centroamericana y caribeña.

Cuenta con un pilar, con una de esas jugadoras distintas por su categoría y entrega. Hablamos de Sugeiry Monsac, la pivote de 1,85 metros que se destaca por su destreza y capacidad anotadora. Será una vez más la líder dominicana, que se prepara para dar un gran espectáculo. La jugadora de 40 años se brindó a una charla con FIBA para hablar de la preparación de su seleccionado y repasar varios conceptos más.

"Nos estamos acoplando muy rápido. El tiempo que llevamos entrenando es bueno y las jugadoras que se integraron lo están haciendo bien. Lucimos bien como equipo dentro y fuera de la cancha. Algunas ya estábamos entrenando juntas desde antes de reunirnos, porque no era solo prepararse mental sino también psicológicamente", comenzó explicando Monsac.

Dominicana es uno de los equipos con mayor recorrido, un seleccionado de jerarquía que no se bajó del podio en los Juegos del Caribe de los últimos años y que viene atravesando un proceso positivo. En el último Centrobasket (Manatí 2018) fue 4°, clasificó a la última AmeriCup Women donde fue 7° (San Juan 2019) y por ello ahora buscará seguir en esa curva de ascenso como parte de un interesante nivel.

"El objetivo no solo es clasificar sino también el campeonato. En junio seguro estaremos en AmeriCup, pero sabemos que nuestro rival más grande en este Centrobasket es Puerto Rico, uno de los mejores equipos del Caribe. Van a ir a Tokio 2021, algo que siempre aspiraron a llegar y lo consiguieron. No se les puede quitar mérito, son un ejemplo a seguir. Contra Puerto Rico será nuestro primer partido, ya luego nos enfocaremos en Islas Vírgenes, Costa Rica y El Salvador".

Dominicana es una nación que lleva su bandera con orgullo y que representa sus colores con mucha pasión. Por eso es que esa energía y entrega es fundamental, y Monsac lo deja claro en cada palabra y concepto que arroja.

"Todo nuestro estilo de básquet refleja a Dominicana. La actitud es lo principal, la manera en la que jugamos ya sea para defender o para atacar, y el deseo de defender las diez letras que tenemos en el pecho. El orgullo y nuestro corazón para poner nuestra bandera en alto nos identifica".

La pivote tiene fe sobre el futuro de Dominicana en el baloncesto, y las jóvenes que se avecinan. "La camada que viene detrás realmente es impresionante. El futuro que viene detrás para Dominicana será increíble si estas jóvenes siguen el camino correcto, el deseo de seguir jugando baloncesto y de representar al país".

Sin dudas es un referente en su país y una líder. Promedió 10,6 puntos y 8,8 rebotes en la pasada AmeriCup Women 2019; y el antecedente en el Centrobasket del 2018 también es positivo: 12,0 puntos y 9,3 rebotes. Números de estrella, que recuerda cómo comenzó todo este camino por el baloncesto y el ejemplo que intenta dar como modelo a seguir. "Empecé a los 12 años. Por un accidente tuve que dejar de jugar voleibol, y mientras me recuperaba vi unos muchachos jugando baloncesto callejero. Ahí aprendí, viéndolos. Cuando me recuperé empecé a jugar 3x3 callejero. Luego, a los 14 años, ya empecé a jugar en un club y al recibir mi primera camiseta fue cuando decidí jugar al baloncesto por siempre".

"Mi rol es hacer que todas mis compañeras puedan dar lo mejor de sí. Si hay que pasar la pelota para ganar o defender duro, entonces lo hago. No tengo deseo ni necesidad de estar siempre encestando. Tengo la habilidad y fuerza para hacerlo, pero mi equipo no ganará solo así, sino con todas poniendo nuestro granito de arena. La experiencia y legado que trato de dejar es que no solo se ayuda al equipo encestando, debes ayudar en lo que puedas pero siempre dándolo todo".

Respecto al vital rol de FIBA para el desarrollo del baloncesto femenino y su apuesta a ir por más, Monsac habló de la igualdad de oportunidades y lo importante que será seguir contando con este apoyo.

"FIBA busca la igualdad tanto en el masculino como en el femenino, y eso es algo muy bueno porque nos beneficia. Debemos seguir tomando las oportunidades que FIBA nos da y seguir creciendo, como jugadoras pero también por si al retirarnos queremos integrarnos a la federación para seguir trabajando y fomentando el crecimiento de la mujer".

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