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27/11/2019
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La fuente de la juventud de San Lorenzo

San Lorenzo es un club que hace algunos años se instaló en los primeros planos a nivel argentino, pero también fuera del pais. Hizo una gira por España, jugó contra dos equipos NBA, disputó un Mundial de Clubes (Copa Intercontinental) y tiene un palmarés envidiable, todo en cuatro años: ganó dos Liga de las Américas, cuatro Ligas Nacionales seguidas, dos Supercopas. ¿Pero cuál es el secreto? ¿Hay alguna receta para el éxito? Descubriremos una parte en esta nota...

San Lorenzo tiene la fuente de la juventud y no estamos hablando del dúo Penka Aguirre-Marcos Mata que juegan de memoria y no paran de ganar, ni tampoco de Esteban Batista o Justin Williams que pasaron los 35 y siguen vigentes. A ellos tres el documento les da poca edad, pero a la vez tienen mucha experiencia para ser cada vez más importantes en la vida del "Ciclón ". Máximo Fjellerup (21 años), José Vildoza (23) y Agustín Caffaro (24) se abrieron en charla con el sitio de la BCLA y contaron el secreto para construir este presente.

"En el tema juego no terminamos de encontrarnos bien, pero tuvimos ráfagas en las que pudimos llevarnos los dos partidos en la Basketball Champions League Americas. Sabemos que estamos a un triunfo de avanzar de fase y lo que viene es jugar en casa, que es algo que nos hace sentir cómodos", arrancó Fjellerup, que llegó desde Bahía para dejar su huella en San Lorenzo. Máximo promedió 12 puntos en la primera ventana de la competencia y fue vital en el cierre del encuentro ante Mogi.

El que se refirió al formato de la BCLA fue el base José Vildoza, uno de los más valorados y elegido como mejor sexto hombre en el arranque del certamen: "Me gusta mucho y es muy importante ganar de visitante. Nos quedan dos partidos de local y hay que aprovecharlos. Creo que hay muchas cosas por mejorar, pero sabemos que es fundamental ganar, porque acá el que gana es el que sale campeón". Y se le suma Agustín Caffaro, quien con sus 2.10m, se hizo un lugar en la rotación de San Lorenzo: "Venimos muy bien como grupo, tratando de ajustar algunas cosas. Pudimos sacar dos partidos afuera y en canchas duras. Ahora hay que reafirmarlo en nuestra casa. En la pretemporada hicimos partidos con Cleveland en Estados Unidos y en Uruguay, contra Bayern Munich y Flamengo, pero ahora en medio de la liga, vamos corrigiendo errores".

Fjellerup nació en Tres Arroyos, en la provincia de Buenos Aires, y a los 15 años se fue a Bahía Blanca para debutar con solamente 16 en Bahía Basket. Ahí dio el salto de calidad en la Liga Nacional, siendo parte de un equipo recordado por su juventud, comandado por Sebastián Ginóbili. A San Lorenzo llegó en la temporada pasada cuando ganó una Liga, una Supercopa y una Liga de las Américas. ¿Cambió mucho el joven? "Los roles de Bahía eran distintos, pero en un club como San Lorenzo en el que hay mucha rotación, hay que ganarse un lugar en el equipo. El día a día te hace mejorar porque pasa a ser un desafío tener dos jugadores por puesto. Creo que cambié mucho porque en Tres Arroyos jugaba para divertirme y pasar a un equipo de Liga Nacional te cambia totalmente, en cuanto a los hábitos de entrenamiento y de alimentación".

Vildoza tuvo sus comienzos en el humilde Maipú de su Córdoba natal y pegó el salto a Libertad de Sunchales, donde debutó en la Liga Nacional, destacándose para luego de seis años pasar a San Lorenzo. En el "Ciclón" se ganó el cariño de los hinchas, es el soporte ideal para la base como suplente de "Penka" Aguirre y se transformó en el sexto hombre ideal que tiene el equipo hoy comandado por Facundo Müller. "En este club siempre se aspira a ganar todo lo que se juega. Trato de que no cambie mucho desde aquel chico de Maipú, y mantener la esencia, la desfachatez y la concentración dentro de la cancha, que es lo que me trajo hasta acá. Es bueno tener una competencia del nivel del "Penka", es genial medirse todos los días y aprender a su lado", cuenta el cordobés que tuvo 14.5 puntos y 2.5 rebotes de media en la primera ventana.

Caffaro (4 puntos en cada juego de esta BCLA) nació en Piamonte, Santa Fe. Tras probar suerte en varios clubes, encontró su lugar en el mundo en Sunchales, cuando jugó en Libertad. Ahí se destacó en la temporada 2018/19 donde empezó a disputar mayor cantidad de minutos, incluso con una gran participación en la Liga Sudamericana, donde el equipo santafesino llegó a semifinales. El pivote fue contratado por San Lorenzo y sabe sus responsabilidades, dentro y fuera de la cancha: "Desde que me llamaron, me interesó. Este es un club que tiene la vara alta, que viene ganando y que quiere seguir haciéndolo. Alcanza con mirarlos a Aguirre y Mata, que son dos jugadores que dan todo para que el equipo llegue a lo más alto. Creo que a todos nos gustaría seguir nuestra carrera hasta los 40 y vivir de esto, pero también es importante mantener la cabeza ocupada en algo fuera del básquet. En mi caso me volqué a estudiar, me recibí de martillero público. Siempre hay un mal partido, una noche que no es de las mejores y eso tiene que quedar en la cancha, el estudio, por ejemplo, te mantiene la cabeza en otro lado".

Fjellerup y Caffaro, gracias a sus buenos rendimientos, se metieron en la lista de Sergio Hernández y fueron parte del proceso de la Selección Argentina en este 2019. Ambos se colgaron la medalla dorada en los Juegos Panamericanos de Lima y la plateada por el subcampeonato del mundo en China. "Fueron dos largos meses, cansó un poco, pero las dos medallas te dan orgullo y te ponen contento. Veíamos que pasábamos de ronda, jugábamos bien y eso te ilusiona. Llegamos a la final contra un gran equipo y ahora queremos seguir entrenando juntos para una revancha. Recién arranca mi carrera, agradezco todo lo que viví y trabajo día a día para ser mejor", afirma Máximo. Y se acopla Caffaro, que lo vivió como un sueño hecho realidad: "Los Panamericanos fueron mi primer torneo largo con la Selección. Y lo del Mundial fue algo inexplicable porque haber tenido mi primera experiencia y llegar a una final, fue grandioso. Jugué al lado de Luis Scola, que lo considero un faro, pero el grupo que tenemos es espectacular, te ayudan todos a crecer. Creo que se rompió el techo que nos habían puesto".

A San Lorenzo se le vienen dos partidos de local: el jueves contra Mogi y el 19 de diciembre ante Biguá.