Érika De Souza: ''El Equipo Nacional estará conmigo por siempre''
SAN JUAN (Puerto Rico) - Cada vez que el Equipo Nacional de Brasil está en la cancha hay una sesión de clases en proceso. El curso se llama Básquetbol 101 y la profesora tiene 37 años, también mide 6’5’’
SAN JUAN (Puerto Rico) - Cada vez que el Equipo Nacional de Brasil está en la cancha hay una sesión de clases en proceso. El curso se llama Básquetbol 101 y la profesora tiene 37 años, también mide 6’5’’. En la clase se enseñan los fundamentos del deporte, la tenacidad del juego y cómo tener una carrera ilustre en el baloncesto internacional. Es la clase de Érika de Sousa, que este año cumple 19 años en la Selección Nacional de Brasil.
No hay muchas cosas que falten en el palmarés de De Souza y parece que se necesitarán más páginas, porque ella continúa escribiendo su historia en tinta dorada. El capítulo más reciente tiene como entorno a San Juan, Puerto Rico, y el histórico Coliseo Roberto Clemente donde hoy, De Souza participa del FIBA AmeriCup Femenino como personaje principal de la selección brasileña. Un escenario que no es extraño para ella; de hecho, colecciona cuatro medallas en el certamen regional, sobresaliendo la edición de 2011 donde logró la presea dorada y fue elegida Jugadora Más Valiosa con 16 puntos por juego y 8 rebotes.
Campeonatos profesionales en la WNBA, la EuroLiga, en Hungría y en España encabezan el resumé de la estelar pívot. Además, tiene cuatro [4] apariciones en Campeonatos Mundiales, tres [3] Juegos Olímpicos y 11 temporadas en la WNBA, siendo seleccionada en tres ocasiones al juego de Todas Estrellas. Dos medallas Panamericanas completan la colección.
“Yo siempre regreso al Equipo Nacional, amo jugar con mis compañeras”, dijo De Souza a FIBA.basketball luego de uno de los partidos del FIBA AmeriCup Femenino. “Me encanta jugar y estoy contenta de estar de regreso con el Equipo Nacional. Estoy ansiosa por ayudar a mis compañeras y enseñarles mi baloncesto. El Equipo Nacional se va a quedar conmigo para siempre”.
En uno de sus primeros torneos internacionales, el Campeonato Mundial Sub-19 en 2001, de Souza cerró con una producción en promedio de 16 puntos y 10 rebotes por encuentro. Con su actuación, la jugadora nacida en Río de Janeiro impuso el tono de lo que sería el resto de su carrera, dominio puro, pero, sobre todo, amor por su patria. Fue un torneo que todavía la presidenta de FIBA Américas, Carol Callan, recuerda muy bien.
“Érika ha estado jugando desde siempre”, dijo Callan. “Cuando estuve en Lima [en los Juegos Panamericanos], tuve la oportunidad de entregar las medallas y le di un saludo especial a ella y no pudo haber estado más contenta luego del juego. Pero la primera vez que tengo recuerdo de Érika fue cuando estaba en el Campeonato Mundial que fue en la República Checa, ella estaba en el equipo de Brasil y Diana Taurasi estaba en el equipo de Estados Unidos. Ese fue el comienzo de su carrera y ha sido divertido seguirla. Verla resurgir una vez más este verano es también especial”.
A sus 37 años, y aunque el tiempo parece no pasar, las prioridades de De Souza tampoco han cambiado mucho. Para ella jugar baloncesto se trata de un trabajo; una responsabilidad que ahora incluye sembrar la semilla en las jugadoras más jóvenes, tal y como lo hicieron con ella Hortencia Marcari, Maria Paula Silva y Janeth Arcain.
“Estoy contenta por mí y por mis compañeras. Todo el mundo es tan joven y ellas mantienen nuestra esperanza y felicidad para los Juegos Olímpicos. Estoy haciendo mi trabajo jugando para el Equipo Nacional. Estoy escribiendo mi historia y estoy muy feliz”, expresó de Souza.
Para su compañera de 26 años y miembro de la Selección Nacional desde 2009, Damiris Dantas, De Souza ha sido una figura maternal, que la ha tomado bajo sus alas y la ha ayudado a recorrer el camino hasta llegar a la WNBA donde actualmente milita con las Lynx de Minnesota.
“Yo amo a Érika. Para mí ella es la mejor jugadora en Brasil. Mi primera vez en el equipo nacional, (yo era) joven, (tenía) 17 años y ella me ayudó en todo. Le dije, ‘tú no eres mi amiga, tú eres mi tía” y la amo”, dijo Dantas.
Otro buen indicativo de cuán ilustre ha sido la carrera de un atleta es cuando hasta el rival se ve forzado a aceptar su grandeza. Este es el caso de la dirigente del Equipo Nacional de los Estados Unidos, Dawn Staley, quien jugó en contra de Souza a principios de su carrera y dirige actualmente frente a la veterana.
“Yo jugué en contra de ella cuando ella era muy joven,” dijo Staley. “Verla ahí con 37 años haciendo lo que está haciendo, me quito el sombrero ante ella, porque lo sigue haciendo y lo hace bien. No importa si te mueves más rápido que alguna de las más jóvenes, yo creo que ella juega con su intelecto, con su cuerpo y con su experiencia, y cuando tienes todas esas cosas en el mismo lugar, el oponente realmente se tiene que preparar para ti y ella va a tomar ventaja de eso en alguna manera”.
Ambas, Staley y de Souza, fueron seleccionadas como unas de las mejores 60 jugadoras en la historia de la WNBA en 2017.
Si todo sigue como hasta ahora, habrá De Souza para rato y quién sabe si hasta tenga que visitar a Tokio en el 2020 para sus cuartos Juegos Olímpicos. Un legado bastante impresionante para alguien que no comenzó a jugar básquetbol sino hasta los 16 años.
Emmanuel Márquez
FIBA