17 enero, 2019
31 marzo
28/03/2019
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Capitanes, un proyecto que trajo rápidos resultados

Cuando hace menos de dos años el empresario Moisés Cosío, junto a sus socios, Patricio Garza y Rodrigo Trujillo, tuvieron que explicar el por qué de montar un equipo de básquetbol en la ciudad de México, no apelaron a ningún argumento complejo. Más bien, apuntaron a algo sencillo y concreto. Cosío lo expuso así: “Nos gusta el básquetbol y, como mucha otra gente de la ciudad, no teníamos chance de ver a ningún equipo propio. Nuestra referencia eran los equipos de la NBA. Por eso, nos pareció una buena oportunidad y decidimos fundar Capitanes en 2016. Estamos en una ciudad grande, con muchas posibilidades. No tiene nada de negativo”.

La ciudad de México estuvo representada por varias escuadras de forma discontinuada en la Liga Nacional Profesional. Ola Roja participó entre 2000 y 2006, luego intervino fugazmente el equipo de Estrellas en la 2008-09. Después la franquicia de Titanes tomó su lugar, apenas, en la campaña 2010-11 y más recientemente participó Gansos Salvajes, entre 2012 y 2014.

Cosío remarca que “no sabíamos qué reacción iba a tener la afición de la ciudad, ni cómo nos recibirían, al ser nuevos. Por suerte, encontramos predisposición de los jugadores por integrar un equipo y un proyecto que se iniciaba de cero, y la gente lo aceptó bien”.

El plan de Capitanes incluyó la contratación de jugadores mexicanos reconocidos, con gran trayectoria, como Héctor Hernández, Pery Meza o Gabriel Girón, y la apuesta fue por un entrenador extranjero, el español Ramón Díaz, que conocía el ambiente por su paso en la selección azteca.

“Necesitamos un año de preparación y recién comenzamos a participar de la LNBP en la temporada 2017-18. Afrontamos el desafío de completar la capacidad del estadio Juan de la Barrera, para más de 5.000 personas. Nuestro proyecto está en unir a la ciudad de México detrás de Capitanes. Estamos teniendo buena recepción, porque existe mucha gente con ganas de ver básquetbol mexicano. Hay fanáticos del básquetbol nacional, no solo de NBA. Ahora estamos buscando gente fuera del ambiente del básquetbol y queremos ser una opción de entretenimiento para ellos”, explica Cosío.

El estadio lleno en los playoffs de la temporada pasada, situación que se está repitiendo en este 2019, es para Cosío “un indicador de que la relación del equipo con la gente es buena. Por eso, estamos convencidos de que además, puede ser un buen negocio”. El montaje del show que rodea a cada partido de Capitanes sigue el modelo NBA, por eso hay porristas, concursos, opciones de comidas y bebidas. “La explotación comercial y el montaje integral del espectáculo todavía no está desarrollada en la LNBP. Tenemos que encontrar la forma de ofrecerle algo más al público que concurre a nuestros partidos”, agrega.

Claro que cualquier emprendimiento deportivo necesita de aceptables resultados para sostenerse. Los anteriores equipos de la ciudad de México habían penado con esa dificultad. Capitanes, por el contrario, los logró de manera inmediata, ya que en su temporada debut llegó a la final de la Liga Nacional, cayendo ante Soles de Mexicali por 4-1, lo que igualmente le permitió saltar al escenario internacional, participando de la actual Liga de las Américas, que lo tendrá como protagonista de la Final Four en Buenos Aires. Pero el equipo de la capital mexicana ratificó su poderío, apoyado en una jerarquizada base de jugadores criollos y extranjeros (todos latinoamericanos) confiables, al consagrarse campeón de la Zona Sur, tras tomarse revancha y vencer 4-2 a Soles, por lo que volverá a disputar la final de la Liga Nacional.

Capitanes está ante una instancia decisiva en la Liga de las Américas, tras superar las dos primeras etapas con igual registro de dos triunfos y una derrota.

Para Cosío “es un sueño estar entre los mejores de Latinoamérica. Desde que comenzó la Liga de las Américas soñábamos con que el Final Four fuera una realidad y lo conseguimos. Demostramos que a nivel deportivo y de organización podemos competir contra grandes equipos. Ahora nos toca disfrutar de esta instancia, en la que esperamos participar regularmente, para consolidarnos entre los mejores y así dejar en alto al baloncesto mexicano”.

Tal vez no eran los mexicanos los que tenían un lugar asegurado de antemano en la instancia final, pero el equipo se mezcló entre los mejores a base buen rendimiento y carácter ganador. En el primer cruce el rival será Guaros de Lara, el sólido equipo venezolano, que llega invicto y con el favoritismo a su favor.

El entrenador Ramón Díaz no duda sobre lo que significa para Capitanes de ciudad de México su participación en la definición continental: “La defino con dos palabras. Una sería éxito, porque eso es que con solo dos años de vida este equipo esté ya peleando entre los cuatro mejores de Latinoamérica. Es un logro deportivo para el que colaboraron todas las áreas de la organización. La otra palabra que utilizaría será motivación. Con el grupo que tenemos, por qué no pensar en que se le puede ganar a Guaros y llegar a la final. Estoy convencido de que mis jugadores lo darán todo para poder estar en el último partido. Eso ya sería increíble”.

Entre los experimentados jugadores de Capitanes sobresale Pery Meza, quien ya conoce lo que es llegar a la Final Four de la Liga de las Américas y hasta inscribió su nombre entre los campeones del torneo continental.



“Es un orgullo representar a este club, pues a pesar de su corta trayectoria ha demostrado ser una de las organizaciones más serias en las que he participado. La Ciudad de México se merece un equipo que lo represente dignamente. Este será mi sexto Final Four y me ilusiona mucho poder ganar el torneo más importante de América y brindarle a Mexico otro triunfo. Respetamos a Guaros, porque será un rival muy difícil, pero estamos listos para reto”, reconoce el jugador, que integró el plantel campeón de Pioneros de Cancún en 2012.

En Capitanes domina la calma, aun cuando reconocen que están ante los momentos más trascendentales de su corta historia. Si bien un título continental puede significar un impulso de gran poder, el proyecto apunta a largo plazo. Lo reconoce el propio Cosío: “Sabemos que no vamos a recuperar la inversión económica rápidamente, pero estas buenas actuaciones a nivel nacional e internacional, nos ayudarán a consolidarnos. Somos conscientes de que tenemos algo importante en las manos. Sin embargo, no tenemos apuro, queremos crecer sólidos, mejorar cada año y no ser algo fugaz”.

Alejandro Pérez
FIBA