Rediseñados para la edición 2018 de las competiciones, los trofeos de la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA U17 y de la Copa del Mundo de Baloncesto Femenino FIBA U17 celebran los talentos nuevos, crudos y verdaderos de las competiciones y de los jugadores, que representan el futuro del juego, así como sus energía y emociones.
Las similitudes entre los trofeos y los jugadores son sorprendentes. Los trofeos son el resultado de rocas a las que se les da forma de premios con características únicas, abstractas y geométricamente agradables con diferentes formas y ángulos. Los jugadores son diamantes en bruto cuyos talentos en bruto están siendo cincelados por las competiciones y poco a poco los transforman en atletas de clase mundial.