Ginóbili, un apellido de peso
El apellido Ginóbili es fuerte para todo argentino, pero también a nivel latinoamericano. Manu dejó una huella imborrable liderando aquel equipo de la Generación Dorada, pero también transformándose en una pieza vital en la NBA. Y la dinastía de la familia tiene otro eslabón con mucho éxito, con la decisión de una vez que terminó su carrera, cruzar la línea y convertirse en entrenador.
Ese es Sebastián Ginóbili, Sepo para todo el mundo del básquet, que arma su propio camino, pero cuenta: "Un millón de veces me confundieron, sobre todo en Buenos Aires se te quedan mirando. Incluso con Emanuel enfrente me han confundido, je. El día a día con Manu y con Leandro es por WhatsApp, tenemos grupo de hermanos. Hablamos un poco de todo, de básquet ya no tanto. Manu pudo ir a vernos a Córdoba, pudimos hablar un poco más, conoció jugadores que no conocía tanto. La conexión es más en lo social con mis sobrinos, sobre todo. Hay pavadas que hablo más que nada con Leandro. Con uno en Bahía, otro en San Antonio y en Córdoba hace las cosas así, hay que adaptarse".
Sepo tiene 47 años, llegó a "La Gloria" a principios de temporada y ya plasmó su idea: "Estoy muy cómodo de poder desarrollarme como entrenador en un proyecto muy distinto al de Bahía Basket, con jugadores nacionales con experiencia y rodaje, liderando un proyecto con el objetivo de competir a nivel máximo. Es un lugar que apuesta a futuro y es estable para trabajar, ideal en este momento".
Instituto tuvo cambios por la salida de Raasean y Dwayne Davis, pero llegó Germain Jordan. ¿Cómo se adapta a eso el equipo y Ginóbili? "Lo que cambió un poco fue la fisonomía, antes teníamos un jugador que absorbía el juego, estaba mucho tiempo con la pelota en la mano, muchas veces el equipo cuando no funcionaba caía sobre él lo que hacía que el juego sea previsible lo que a mí no me gusta. El cambio da otra movilidad, otro protagonismo a los jugadores, el juego es el que identifica el equipo y no el protagonismo. Yo soy de la idea que los jugadores de acá hacen la diferencia en la Liga Nacional, los extranjeros te ayudan a ganar y te equiparan con otros equipos. Hoy lo que se ve es que los jugadores nacionales se hicieron cargo de la situación, que no era mala pero no era la ideal, está más claro el rol de cada uno. Hay que seguir en esta línea y en este nivel de juego para ser más competitivos".
Se viene Flamengo, el mejor equipo hasta ahora de la competencia, ya que no perdió ningún juego. Pero Instituto confía en que se le puede ganar, ¿o no Sepo? "Tener a Flamengo en semifinales, es un gran objetivo, lo que es como equipo con su base de últimos años, será una gran medida para ver si estamos a la altura de este gran torneo. Creo que en el partido que jugamos en Córdoba contra ellos lo hicimos con intensidad y energía, pero la ansiedad de la localía, de jugar contra Flamengo y la gente estaba enloquecida, eso se traslada a la cancha y se traslada al partido, nos sacó de eje. Hicimos un buen partido, estuvimos muy cerca, hasta el final estuvimos palo a palo, pero no lo hicimos como debíamos. Ahora ya vamos tenemos un mes de rodaje y estamos en otras condiciones. El primero es el más importante en una serie a tres, no tenés margen de error. Si ganás el primero en Córdoba ya ellos te tienen que ganar dos seguidos, y más allá de que lo puedan hacer, es una carga diferente. El primero es clave y es un gran objetivo que tenemos, ser competitivos en esta serie".
Ginóbili también se tomó el tiempo de analizar la BCLA y dejar una reflexión a futuro: "El formato me gusta mucho. El ida y vuelta lo hace más natural y más deportivo. Me gusta mucho y espero que a futuro se pueda hacer como Euroliga aunque es difícil por las distancias pero ojalá se logre. Ojalá haya invitados de Venezuela y Puerto Rico que faltaron".
Por último, contó una anécdota muy graciosa con LeBron James en la NBA: "Lo he cruzado, me sorprendió en la final 2007 en Cleveland, hacía poco que estaba en la liga, pasó adelante mío y el tamaño me sorprendió: lo ancho que era de tórax, esa velocidad y dominio con ese cuerpo no es normal"
.
Hoy arranca la ilusión de Instituto, en semifinales ante Flamengo.