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25 agosto, 2023
10 septiembre
29/03/2023
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Embajador Global de la Copa Mundial, Scola: "Es un orgullo ocupar el mismo rol que tuvo Kobe"

MIES (Suiza) - Uno de los mejores jugadores de baloncesto internacional, Luis Scola, se desempeña como Embajador Global para la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2023.

La leyenda argentina, cuatro años después de jugar en la final de la Copa del Mundo en China y de ser nombrado en el Quinteto Ideal, habló exclusivamente con FIBA y analizó el desarrollo del juego. Scola también compartió sus puntos de vista sobre el deporte ahora que está fuera de la cancha.

Scola fue una estrella en las cinco Copas del Mundo en las que jugó. Sus equipos argentinos llegaron a la final en 2002 y 2019. Es el segundo anotador más alto en la historia de la Copa del Mundo con 716 puntos, detrás de la leyenda brasileña Oscar (843 puntos), y está empatado con el brasileño Ubiratan Pereira Maciel en más partidos jugados, con 41.

Scola ganó una medalla de oro olímpica en 2004, y una medalla de bronce en 2008, y disfrutó de numerosos otros logros personales y de equipo en su carrera con la Selección Nacional.

¿Qué significa para ti que hayas sido elegido como Embajador Global?
Es algo que me da alegría. Claramente, mi carrera está estrechamente identificada y vinculada a las Copas del Mundo. Tuve la oportunidad de estar en cinco y también jugar muchos otros torneos. Cuando me retiré, pensé en cómo iba a perderme todo lo que representa una Copa del Mundo, unos Juegos Olímpicos o un torneo americano (como la FIBA AmeriCup). El papel de embajador, no es lo mismo que jugar -nada es lo mismo que jugar- pero no me perderé la Copa del Mundo porque voy a estar allí de nuevo. Voy a ser un participante con un papel diferente al de un espectador.

Scola se enfrentó a Alemania en la semifinal de su primer Mundial en Indianápolis, en 2002

¿Cómo ve la importancia de ser el segundo máximo goleador en la historia del Mundial detrás de Oscar, que sumó 843 puntos?
No hay duda de que tiene un valor que no es necesario que explique cuál es porque todos lo saben. Cuando jugaba yo decía que no miraba esos datos porque cuando me retirara iba a tener tiempo de revisar todo lo que había hecho, pero la realidad es que ya retirado tampoco lo miro. Ya me acostumbré a vivir así. Jugué, hice cosas buenas, otras malas también y no me quedo en ninguna, ni en las buenas ni en las malas. No me pasa eso de decir 'me hubiera encantado ser campeón de la NBA o jugar un All-Star Game', todas cosas que no hice. No me pasa eso en lo más mínimo, no me mortifica. Todo es parte de un viaje increíble que tuve la oportunidad de vivir y lo tomo como un todo. Esto fue lo que pasó, fue espectacular y me encantó haberlo vivido. Hoy me toca estar en otro lugar y quiero crear el próximo viaje para que sea igual de divertido que el anterior. Al margen de los puntos y los torneos jugados, es discutible el valor de una trayectoria. Puede haber distintas visiones u opiniones sobre la misma estadística. Por ejemplo, Oscar consiguió todos sus puntos en cuatro Copas del Mundo. A mí me enorgullece mucho la longevidad que tuvo mi carrera, el hecho de haber estado tanto tiempo en un lugar en el que yo deseaba tanto estar.

Scola promedió su máxima en un torneo de 27.1 puntos por partido en la Copa del Mundo Turquía 2010

¿Hay un recuerdo especial que se destaca de su participación en las cinco Copas del Mundo?
Muchas cosas pasaron en todos estos años, así que es difícil para mí elegir una en particular. Podría ser el de 2002, que fue el primero, o el de 2019, porque fue el último. Pero también podría ser el de 2010 porque fue el torneo que me puso en otro nivel (Scola lideró el torneo al anotar 27.1 puntos por partido). Me puso en una discusión en la que no había estado hasta entonces.


El sábado 29 de abril, en el Coliseo Araneta en Manila -una de las sedes para la Copa del Mundo- se llevará a cabo el sorteo. En 2019, Kobe Bryant participó como Embajador Global, y ahora, cuatro años después, será Luis Scola. ¿Cómo es seguir los pasos de Kobe?

Es tremendo. Que Kobe haya sido el embajador anterior, valida la importancia de este rol y a mí me da mucho orgullo ocupar el mismo rol que él. Soy un gran admirador de la historia de su vida y tengo un respeto muy grande por su carrera. Lamentablemente, una persona imprescindible que nos dejó antes de tiempo
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¿Hay algún Sorteo que recuerdes en particular de tu época como jugador?
El último, antes de la Copa del Mundo 2019, porque la clasificación para los Juegos Olímpicos dependía de la Copa del Mundo. Así que el sorteo influyó en el camino a Tokio, de acuerdo a cómo se formaron los grupos.

Scola recibió una ovación de pie por parte de Australia cuando salió de la cancha por última vez, en los Juegos Olímpicos de Tokio

Viste el Campeonato Sudamericano Sub-15 en Buenos Aires en el que jugó Tomás, uno de tus hijos. ¿Cómo fue? 
Fue muy loco. Veía a la gente con la camiseta número 4 de Scola y mi hijo me decía 'mirá, tienen mi camiseta' y yo me reía. Estar en ese torneo fue un momento especial para mí como padre. Vivir desde fuera una experiencia que siempre tuve desde dentro fue algo completamente distinto.
Scola no sigue compitiendo pero sigue asistiendo a los partidos

¿Cómo te ubicás en el rol de ver partidos ya como un ex jugador?
Lo cierto es que transicioné bien a estar fuera de la cancha, no miro los partidos volviéndome loco por entrar a jugar, no me pasa eso. Si un equipo hace un parcial de 10-0 y mete un triple que lo hace ponerse al frente para liquidar el partido y la cancha se cae, ahí digo 'estaba bueno ser parte de eso'. O cuando veo a un jugador que mete 15 puntos en un cuarto y tiene una racha tan positiva, me pregunto '¿cómo habrá sido estar en la tribuna viéndome a mí hacer eso, que en algunos partidos conseguí ese tipo de producciones? ¿Era así lo que se veía?'. Pero no me muero por jugar o por entrenar.

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