MANILA (Philippines) - Filipinas se siente bien acerca de sus opciones de hacer ruido en el Mundial FIBA U19 de 2019, y una de ellas es la presencia del atlético alero Ariel John "AJ" Edu.

El jugador de 19 años y 2.10m ha pasado gran parte de su infancia fuera de Asia, tras crecer en Chipre y Gales. Y aunque los dos países no son exactamente potencias del baloncesto, AJ recuerda esos lugares muy bien. Ha jugado en el AEL Limassol en Chipre, mientras que en Gales se unió a Bristol Flyers.

''Es un gran honor vestir la camiseta de Filipinas''AJ Edu

"Fui muy afortunado de estar en Chipre y Gales en un momento en el que el baloncesto ganaba popularidad, diría, Edu", dijo. "En Chipre, jugué con algunos jugadores que ahora están jugando en Grecia. También tuve la suerte de estar con muy buenos entrenadores. Me sentí bendecido de estar en el lugar correcto en el momento adecuado".

Mucho de lo que AJ sabe sobre el baloncesto lo aprendió de su padre, Ayotunde, quien conoció a la madre de AJ, Josie Litang, nativa de la ciudad de Surigao en el sur de Filipinas, mientras enseñaba matemáticas y física en Chipre. Ayotunde solía jugar al baloncesto en casa en Nigeria y también se convirtió en entrenador de baloncesto de la escuela secundaria cuando la familia se mudó a Gales. Para AJ, el apoyo de su padre ha sido muy importante para ayudarlo a llegar a donde está ahora.

"Mi padre nunca me obligó a jugar baloncesto. Todo dependía de mí", admitió. "Al principio, en realidad quería jugar al fútbol, pero al ver lo alto que era, sabía que el baloncesto sería la mejor opción. Mi padre siempre ha sido ese tipo que me puede guiar cuando tengo preguntas y me motiva en momentos en que no me siento tan bien. Él me inculcó la ética de trabajo y realmente me ayudó a tener un futuro brillante ".

Un futuro brillante es sin duda una señal para AJ, quien se puso los colores de Filipinas hace dos años en la Copa Mundial 3x3 U18 FIBA 2017 en Chengdu, China. AJ fue uno de los favoritos de ese torneo, que les dio a los filipinos un pívot y recuerda esa etapa con mucho cariño.

"Lo importante es que aprendí de representar al país anteriormente, especialmente en el 3x3 de hace dos años, fue la gran sensación de simplemente jugar para Filipinas", dijo. "Fue un sentimiento surrealista, y no voy a mentir, sentí un poco de presión en ese torneo. Pero eso me ayudó a adquirir más experiencia y aumentar mi confianza al mismo tiempo que me siento tan bien jugando para mi país".

Edu acaba de comenzar su primer año en la Universidad de Toledo en el baloncesto universitario de los Estados Unidos, donde fue nombrado para el Equipo All-Freshman de la Conferencia de Mid-American después de terminar segundo en la conferencia en tapones con 1.8 por partido.

"Lo más importante que aprendí jugando para Toledo fue tener que jugar de forma ofensiva y defensiva contra jugadores realmente rápidos, atléticos y altos", explicó. "Estos eran chicos que tenían 2 o 3 años más que yo. En el Mundial U19, espero enfrentarme a jugadores que son realmente fuertes y rápidos como (los jugadores en la universidad), así que no me sorprenderán Ya estoy bien adaptado a ese tipo en competición ".

 
Edu también tuvo grandes números el año pasado en el FIBA U18 de Asia en Nonthaburi, Tailandia, promediando 14.2 puntos, 11.5 rebotes y 2.8 tapones por partido, siendo el mejor de la competición en este último aspecto. 

De cara al futuro, Edu solo quiere seguir representando a Filipinas lo mejor que pueda, y espera poder recompensar la fe que los hombres de su país han invertido en él al darles una actuación para recordar.

"Quiero decir, solo ver la pasión que este país tiene por el baloncesto... Es un gran honor llevar la camiseta de Filipinas", dijo. "Sólo dando vueltas, puedo ver canchas improvisadas, gente jugando por todas partes. El amor por el baloncesto es una locura. Estoy muy orgulloso de representar a mi país, y espero que también pueda hacer que la gente se sienta orgullosa".

 
Filipinas está en el mismo grupo que Argentina, Rusia y el anfitrión Grecia en el Mundial U19, que se jugará en Heraklion del 29 de junio al 7 de julio. 

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