TOKYO (Japan) - Mientras Kevin Durant disfrutaba de los vítores del mundo, mientras Jayson Tatum realizaba tiros impresionantes, mientras que Estados Unidos realizaba grandes defensas, tres muchachos podían simplemente sonreír desde lejos.

Esos tres tipos eran John Jenkins, Cam Reynolds y Josh Magette. Los tres formaron parte del equipo selecto masculino de EE. UU allí mismo durante el campo de entrenamiento en Las Vegas, EE. UU para ayudar al equipo de Gregg Popovich a alcanzar el nivel correcto cuando más importaba en estos Juegos Olímpicos.

El verano fue duro para el equipo de EE. UU. El entrenador Popovich lo mencionó en numerosas ocasiones, sus muchachos pasaron por la adversidad de tratar de unirse mientras la temporada de la NBA aún no había terminado. Y, para empeorar las cosas, las lesiones estaban por venir, dejando al equipo en una condición inestable una vez que estaban listos para volar a Tokio.

Durante el Media Day antes del evento, EE.UU se presentó con un total de ocho jugadores. Zach LaVine aún no estaba exento del protocolo de salud y seguridad, mientras que Jrue Holiday, Khris Middleton y Devin Booker jugaban en las Finales de la NBA y volarían solo en la víspera del torneo en Japón.

La matemática es simple. Ocho jugadores no fueron suficientes para siquiera tener un entrenamiento regular de baloncesto 5 contra 5. Escuchas a los jugadores mencionar mucho la palabra "sacrificio". Pero lo que tuvieron que hacer los hombres de los altos cargos de USA Basketball para llevar al equipo a donde querían llegar requirió incluso más que un sacrificio, porque los tres jugadores del USA Select Team sabían que siempre iban a estar en un segundo plano. 

Sin embargo, no les importaba. Estaban listos para unirse al equipo en los partidos de exhibición antes de los Juegos Olímpicos. Incluso hicieron el viaje a Japón para ayudar al equipo a jugar 5 contra 5 en los entrenamientos hasta que llegaron los finalistas de la NBA.

Draymond Green no quiere que te olvides de ellos.

"Tuvimos tres jugadores, John Jenkins, Cam Reynolds y Josh (Magette) que nos entregaron su tiempo sin recompensa al final, excepto para ver a este equipo ganar la medalla de oro", dijo Green después de ganar la final contra Francia en Saitama. Super Arena.

Y continuó: "Esos muchachos son especiales. Tuvimos nueve jugadores, perdimos a Bradley Beal, Kevin Love - comenzamos a perder compañeros, y esos muchachos estaban aquí. Haciendo todo lo que necesitábamos para ganar una medalla de oro. Es un grupo muy especial, no son solo los doce chicos que viste ganar la medalla de oro".

Josh Magette es un base de 31 años nacido en Birmingham, Alabama. Jugó baloncesto universitario en Alabama-Huntsville, y su carrera profesional lo llevó a Holanda, Grecia, Croacia, España, Turquía y la NBA G-League, con un total de 26 partidos de la NBA para los Atlanta Hawks y los Orlando Magic. Durante los Juegos Olímpicos, firmó un contrato con los Tasmania JackJumpers en Australia, por lo que probará por primera vez la NBL en la temporada 2021-22.

John Jenkins es un escolta de 30 años nacido en Hendersonville, Tennessee. Después de sumar 19.9 puntos por partido en su tercer año en Vanderbilt, fue seleccionado como la selección número 23 en el Draft de la NBA de 2012, pasó tres temporadas con los Atlanta Hawks y también jugó para los Dallas Mavericks, Phoenix Suns, Washington Wizards y New York Knicks, para un total de 171 partidos de la NBA en su carrera. Su carrera en el extranjero lo vio jugar en España e Israel.

Cameron Reynolds es un alero de 26 años de Pearland, Texas. Fue seleccionado como el jugador más mejorado de la AAC en su tercer año en Tulane y pasó a jugar 24 partidos de la NBA para los Minnesota Timberwolves, San Antonio Spurs y Houston Rockets. También pasó parte de tres temporadas en la NBA G-League y firmó su primer contrato europeo con Trento en Italia a principios de julio.

Los tres formaron parte de diferentes equipos de EE. UU a través de los Clasificatorios de la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2019 y los Clasificatorios FIBA AmeriCup 2022.

Green y el equipo de EE. UU notaron cómo los tres merecen ser mencionados cuando recuerdas el camino del equipo ganador de la medalla de oro en Tokio 2020. No son exactamente Durants, Tatums o Lillards, pero sin ellos, este viaje hubiera sido casi imposible a través de todas las lesiones y otros reveses para el equipo de EE. UU.

FIBA