RIO DE JANEIRO (Juegos Olímpicos Rio 2016) - El baloncesto de Brasil se afronta el desafío más importante de su rica historia. Será el anfitrión de los Juegos Olímpicos y eso lo alienta, y al mismo tiempo, la obliga, a una participación destacada.

Ante esta circunstancia el entrenador argentino Rubén Magnano apostó por sus mejores jugadores. Pero a la hora de armar el plantel definitivo también se apoyó en los hombres que con su experiencia le generan más confianza.

Tengo una función específica en el equipo. La idea es ayudar en todo lo que pueda, a partir de mi experiencia. Todo lo que he vivido en tantos años trataré de aportarlo al grupo.” - Giovannoni

Con 36 años y cerca de 20 de carrera profesional, Guilherme Giovannoni es uno de los referentes de la selección de Brasil, que buscará una medalla olímpica.

“Afronto esta nueva competencia internacional de manera muy positiva, con mucha ilusión,” citó Giovannoni. “La verdad es que lo paso bastante bien entre los muchachos y me da mucho placer seguir en la selección. Mucho más, cuando podremos vivir unos Juegos Olímpicos y en nuestra propia casa”.

Guillerme lleva 14 años en la selección mayor de Brasil, en los que disputó cuatro Copas del Mundo FIBA y también participó de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

“Está claro que tengo una función específica en el equipo. La idea es ayudar en todo lo que pueda, a partir de mi experiencia. Todo lo que he vivido en tantos años trataré de aportarlo al grupo. Tengo un rol en la rotación del equipo, mi responsabilidad será la de abrir la cancha con mi tiro exterior. Además, deberé hablar bastante con los muchachos, cuando haya que manejar ciertas situaciones,” añadió el jugador de UniCEUB de Brasilia.

Brasil no podrá contar con el pivote de Atlanta Hawks, Tiago Splitter, quien se recupera de una lesión sufrida en la última temporada de la NBA. Pero ahora también sufrirá otro duro golpe por la confirmación de que el centro de Golden State, Anderson Varejao, también se perderá los Juegos Olímpicos por una hernia lumbar.

“Seguro que Tiago y Anderson nos harán mucha falta, pero veo muy bien el equipo, a pesar de esas bajas. Hemos entrenado muy duro durante un mes, y eso nos dio el agrupamiento que necesitamos para la competición. La amplia victoria ante Australia muestra nuestras posibilidades y marca que estamos por el buen camino”, señaló el alero paulista.

El equipo de Brasil se prepara para lo que imaginan una etapa clasificatoria muy exigente, junto a España, Lituania, Argentina, Croacia y Nigeria.

“Será un grupo muy duro. Es muy difícil hacer una previsión. Estamos confiados para intentar la clasificación más alta. Sabemos que si lo conseguimos podremos evitar a Estados Unidos en cuartos de final, y eso aumenta las posibilidades a futuro,” añadió Guilherme.

Desde hace más de una década a Brasil se le reconoce que tiene una generación de excelentes jugadores, aunque no siempre logró resultados acordes a esos nombres. Tal vez, estos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ante su propio público, puedan ser la oportunidad para lograr una actuación de alto impacto.

“Somos conscientes de que es una gran oportunidad para nosotros y queremos aprovechar el factor de local, tener el acompañamiento masivo de nuestra gente, para sacar ventaja de eso y completar una gran tarea como todos deseamos. Nos hemos preparado para lograrlo”, concluyó Guillherme.

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