19 enero, 2018
25 marzo
04/03/2018
News
a leer

Ferro, al ritmo de Balbi

Por: PABLO CORMICK

BUENOS AIRES (DIRECT Liga de las Américas 2018) - “Voy siempre cargando el papel principal…”, suena en los oídos de Franco Balbi mientras viaja rumbo al estadio. La frase es de Bailando, una canción de Parientes, la banda elegida por el base de Ferro para escuchar antes de los partidos. El gusto musical del armador juninese se inclina hacia el rock argentino, con Soda Stereo, Charly García y Luis Alberto Spinetta como sus favoritos.

Pero toda esa música la escucha solo, con sus auriculares. Es que sus compañeros, a pesar de sus recomendaciones, prefieren otros estilos. En el vestuario los dj’s son Ariel Ramos e Iván Gramajo y van por el lado del trap, con Osuna y Nicky Jam como referentes. “Siempre los molesto por lo que ponen y trato de hacer que escuchen buena música pero no me hacen caso”, cuenta Balbi.

Donde no hay ninguna duda que el ritmo lo marca Balbi es en la cancha. Ferro juega a la manera de su armador. Él es quien propone cuándo correr, cuándo jugar pausado. Si la bola debe ir cerca del aro o si debe circular por el perímetro. En síntesis, Balbi es el director de una orquesta que cuando él está afinado, suena muy agradable, “como Soda Stereo”, según el base rockero.

El alto nivel que Balbi mostró en la primera fase de la Liga de las Américas, de la que fue el líder en asistencias con 8,3 de promedio por partido, fue una de las razones que lo llevaron a integrar el seleccionado argentino en la última ventana de la clasificación para el Mundial de China 2019. Poder jugar esos dos partidos le generó “una alegría y responsabilidad muy grande por defender los colores de la Selección a la que traté de aportarle lo máximo que pude”. En esos duelos frente a Uruguay y Paraguay, Balbi estuvo en el plantel con Luis Scola, ya una leyenda del básquetbol argentino. “Compartir con Luis te hace crecer. Escucharlo y verlo entrenarse te ayuda mucho”, asegura el base de Ferro.

De chico, Franco era admirador de Marcelo Milanesio, un emblema de la Liga Nacional y la Selección. “Lo que más me gustaba de él era su estilo, la impronta que tenía jugar y cómo se divertía. Hacía todo fácil”, dice Balbi sobre el ídolo de Atenas de Córdoba.

Después de Milanesio, comenzaron a circular por la base del seleccionado argentino los que marcaron la historia grande. Desde los que condujeron al equipo a ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas hasta la actualidad han pasado grandes armadores como juan Ignacio Sánchez, Alejandro Montecchia, Pablo Prigioni y Facundo Campazzo, entre otros. Con las mejores características de cada uno de ellos, Franco Balbi se prestó al juego de construir al base argentino ideal: “La cabeza de Pepe, los pases de Pablo, el tiro del Puma y la intensidad y piernas de Facundo, con la mentalidad ganadora de todos”. Balbi no quiso agregar características de juego propias a ese jugador de fantasía pero ante la insistencia agregó un toque personal: “el gusto musical”.

Balbi tiene el talento y las ganas necesarias para ilusionarse con más brillo internacional, tanto con Ferro como con el seleccionado argentino. Porque como dicen los Redonditos de Ricota y Franco incluye como frase en su usuario de whatsapp: “el que abandona no tiene premio”.

FIBA