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31 agosto, 2019
15 septiembre
15/09/2019
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Scola, determinado a mantener a Argentina bailando

BEIJING (China) - En 2002, Argentina jugó la final de la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA con Luis Scola a bordo. Si pasamos rápido en la cinta 17 años, Luis se ve mejor que nunca, con la oportunidad de ganar el oro que falta en su ilustre colección de medallas de todo el mundo.

El ala-pívot promedió 9.2 puntos y 3.3 rebotes por partido en la plata en Indianápolis en 2002. Ese segundo lugar fue solo el comienzo del camino para el campeón olímpico, dos veces ganador de la FIBA AmeriCup, una vez de los Juegos Panamericanos y propietario de otras nueve medallas en competiciones internacionales.

Esta vez, a los 39 años, promedia 19.3 puntos y 8.1 rebotes por partido en China, luciendo más feliz que nunca.

 

"Me siento muy bien, muy emocionado, muy feliz", dijo Scola después de someter a Francia, un equipo con el dos veces Jugador Defensivo del Año de la NBA Rudy Gobert protegiendo la pintura. Eso no le impidió lograr 28 puntos y 13 rebotes en las semifinales. "Es divertido jugar con este equipo, estamos ganando y eso siempre es divertido. Pero además de eso, es divertido estar aquí".

La diversión es probablemente la mejor palabra para describir la forma en que Argentina está jugando en China. Con todas sus armas rindiendo al máximo, con Scola, Campazzo, Laprovittola, Vildoza, Brussino, Garino, Deck, Delia y todos los demás contribuyendo, llegan a la final con todo el mundo al mismo ritmo de inspiración. Parecen la orquesta mejor atinada de la Copa del Mundo.

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It didn't take long for @facucampazzo 🇦🇷 to go into his box of magic tricks! ✨ #ARGSRB #FIBAWC

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Eso le trae muchos recuerdos de 2002.

"Los periodistas nos han dicho que están bailando en las calles de nuestro país", dijo Pepe Sánchez a The New York Times hace 17 años cuando esa selección sorprendió al mundo alcanzando la final. 

El mismo tipo de narrativa podría usarse nuevamente, porque Argentina está de vuelta en el partido por la medalla de oro, con un Luis Scola de 39 años al frente. Dado que formó parte de la Generación Dorada, que terminó en segundo lugar en 2002 y ganó el oro en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas, Grecia, este parece un buen momento para hacer una comparación.


The hair is gone, but the man who was celebrating in 2004 is still here

"Veo muchas similitudes entre este equipo y lo que pasamos en 2002 y 2004. ¿Eso significa que vamos a ganarlo todo? No lo sé. Ya ganamos el bronce... lo siento, lo siento, plata! (Risas) Eso es aún mejor. ¿Vamos a ganar el oro? No lo sé, pero parece que va a estar cerca", exclamó Scola después de 34 minutos en la pista contra Francia.

Recuerde que Francia, que había derrotado a Estados Unidos en los cuartos de final con su propio equipo cargado de estrellas, eran los favoritos para llegar hasta aquí. Sin embargo, el entrenador Sergio Hernández tenía todas las respuestas. Su defensa estaba en otro nivel, con Gabriel Deck, quien jugó de ala-pívot en este torneo, persiguiendo a Evan Fournier por toda la cancha. Y una vez que el escolta francés se acostumbró al tamaño de su rival, Argentina tuvo otro truco bajo la manga, poniendo a Facundo Campazzo contra Fournier.

Ofensivamente, usaron el mismo truco que funcionó para Australia en la Segunda Ronda cuando derrotaron a Francia. Eligieron a Gobert y le atacaron, para sacarlo de la pintura y alejarlo del aro. Esa fue la forma en que Scola anotó dos de sus tres triples en la noche en el último cuarto, eliminando cualquier esperanza de una remontada francesa. Pero para el talismán argentino de 39 años, no se trataba de detalles tácticos, en absoluto.

"Creo que jugamos mejor baloncesto (que Francia). Fuimos el mejor equipo que había en la cancha. Todos están de acuerdo en eso. Jugamos un gran baloncesto durante todo el torneo, y creo firmemente que merecemos estar donde estamos".

El trabajo aún no está terminado. Sí, los aficionados están bailando en las calles de regreso a casa, y sí, también están bailando en las gradas del Wukesong Sport Arena. Pero solo llegar a la final no era el objetivo de Luis aquí. Lo que parece una gran sorpresa a los ojos de muchos, eso es justo lo que el gran hombre había esperado de este equipo.

"Tal vez algunas personas pensaron antes del torneo que no deberíamos estar aquí, y está bien. No los culpo. Pero, una vez que comenzaron los partidos, jugamos con un plan, jugamos de esta manera en todos los encuentros y nosotros hicimos ruido. Nadie puede decir que no merecemos estar donde estamos ", explicó.

A los 39 años, Scola ya ha establecido varios récords, jugando su quinta Copa del Mundo y subiendo al segundo lugar en la lista de anotadores de todos los tiempos, justo detrás del brasileño Oscar Schmidt. Con la forma en que ha estado jugando durante las últimas dos semanas y media, podría obtener otro récord, uno que sería casi imposible de romper.

Debido a que el MVP más veterano de la competencia fue Ivo Daneu de Yugoslavia, de 30 años en 1967. Scola llegó al borde de su 40 cumpleaños, esa es una historia que solo los dioses del baloncesto podrían escribir.

FIBA