Luego de una sequía de exactamente seis años sin llevarse a cabo partidos oficiales FIBA en la isla, la fanaticada puertorriqueña ha podido disfrutar de tres partidos como local este año junto a la Selección Nacional de Baloncesto masculino.

Los 12 Magníficos de Puerto Rico como se le conoce a la escuadra, son el conjunto deportivo que parece tener el poder de unir a los más de tres millones de habitantes del país. Eso, se evidencia por la energía tipo mística que impera en el Coliseo Roberto Clemente cada noche, facilidad reconocida como la catedral del baloncesto en la isla y capaz de albergar cerca de 10,000 hinchas.

Con el nuevo sistema de ventanas como parte del Torneo Clasificatorio de Las Américas al Mundial FIBA 2019, el combinado caribeño ha jugado en casa en tres ocasiones manteniendo su récord invicto y llenando a capacidad el estadio frente a fanáticos entusiasmados por ver a su equipo en vivo.

“A mí me gusta porque puedo ver a mi equipo.”, dijo Edwin Colón fanático de 32 años y residente en Bayamón, Puerto Rico.

“A veces uno se pierde los juegos claves en los torneos porque estamos trabajando y que el equipo venga y juegue aquí y ver a otros equipos que quizás yo no tenga la oportunidad de verlo constantemente como Panamá o Argentina le añade al fanático. Soy fanático de los míos, pero también como deportista uno admira los demás equipos.”

Por su parte Lizandro Rosario padre de un hijo de 10 años, aprovecha la oportunidad para llevar a su hijo a los partidos y que conozca los protagonistas del deporte nacional.

“Esto es orgullo de nosotros, eso es lo que nos representa. A él le gusta y se lo goza y es para que él vea a su país Puerto Rico jugando, ahora mismo su caballito es David Huertas. También esa es la única oportunidad que tenemos de ver a Barea aquí jugando”, afirmó entusiasmado.

“Las ventanas nos dan oportunidad de verlos ya que a veces no los veíamos jugar acá. Aquí la gente son fanáticos de todos los deportes y cuando es baloncesto todo el mundo va a los juegos porque es representando a la isla”, añadió.

 Ni el tráfico, ni la distancia o tan siquiera el clima parece detener a los puertorriqueños en su ímpetu por compartir un momento especial con su equipo. Tal es el caso de Joann Rodríguez de 48 años quien reside bastante distante del coliseo y llegó con dos horas de anticipación al recinto para presenciar el partido.

“Yo creo que para el equipo de Puerto Rico es bien importante jugar en casa porque ese sexto hombre es la fanaticada y eso les beneficia a ellos”, dijo la fanática. “La gente de Puerto Rico le gusta el deporte y yo creo que es una de las maneras para tú liberar stress y pasarla bien en familia.”

Sobre el Coliseo Roberto Clemente dijo: “Es el hogar del baloncesto aquí en Puerto Rico y para mí es excelente.”

Puerto Rico volverá a ver acción en casa en febrero de 2019. En esa ocasión recibirá a Argentina el día 22 y a Uruguay el 25, en partidos que prometen ser emocionantes y un éxito rotundo en la taquilla.

Emmanuel Márquez
FIBA