SAN JUAN (Clasificatorios de las Américas a la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2019) - Si Puerto Rico quiere estar en la Copa del Mundo China 2019 tiene que ganárselo por mérito propio tal y como le exigió Argentina, que anoche no le quiso regalar nada a los boricuas y que por poco convirtió una fiesta de pueblo en una tragedia.

En uno de los partidos más emocionantes en las eliminatorias, Puerto Rico venció en tiempo suplementario por la mínima (87-86) a Argentina, a pesar de estar arriba por 10 puntos con 1:35 por jugar en el cuarto parcial.

“Pagamos el precio. Faltó madurez al final. Con todo y eso nos repusimos. No tuvimos la confianza. Cuando estuvimos al frente por 10 (puntos) no cerramos el juego como debimos, y es una experiencia buena para el próximo juego”, indicó el técnico boricua Eddie Casiano en conferencia de prensa postpartido.

Gracias a la agónica victoria, Puerto Rico, con marca de 7-4 en el grupo E en las eliminatorias de América, tiene la opción de clasificar a la Copa del Mundo con una victoria como local ante Uruguay (6-5) en el coliseo Roberto Clemente, el cual se anticipa estará abarrotado de fanáticos boricuas. El partido entre boricuas y uruguayos será uno decisivo, pues el ganador clasificará a la Copa del Mundo. Con una derrota, Uruguay quedaría eliminado, mientras con un revés, Puerto Rico dependería de una derrota de República Dominicana ante Brasil y terminar con mejor diferencial de puntos, escenario que luce muy complicado para los puertorriqueños.

“Tenemos 40 minutos para estar en un Mundial por derecho propio”, subrayó Casiano, quien alabó la labor de sus reservas, protagonistas de 46 de los 87 puntos anotados por el encuentro, 21 de estos cortesía del escolta Gian Clavell.

“La manera mía de dirigir es darle oportunidad a todo el mundo. Yo uso mis 12 herramientas. Mi filosofía es que todo el mundo tiene que jugar con intensidad, tiene que aportar en el juego, no solo anotar”, agregó Casiano, quien como jugador de la selección compitió en las Copa del Mundo 1994 y 1998.

Por su parte, Clavell volvió a ser la cara de las reservas en el lado ofensivo e inyectó energía al público, tal y como hizo en los partidos locales ante México y Panamá.

“Queríamos jugar con intensidad en defensa. Cuando se defiende bien, la ofensiva viene sola”, dijo Clavell.

Del lado argentino, aunque no hubo felicidad por el resultado final, sí se generó mucha ilusión con un grupo que contaba con algunas caras nuevas y otras que buscan impresionar al técnico Sergio Hernández cuando toque la hora de confeccionar el grupo que estará en la cita de China 2019.

“No quedamos conformes con la forma de jugar, pero sí con que en todo momento quisimos ganar el juego. Si bien muchos creían que era un trámite porque nosotros ya estábamos clasificados, eso queda en los números”, dijo Hernández en su charla con los medios.

Al contar varios jugadores que no tienen mucha experiencia con la camiseta nacional, Hernández explicó cómo preparó a una selección que ya había asegurado su pase mundialista en la pasada ventana.

“Nos enfocamos en mejorar nuestra defensa, el ataque, nuestras sociedades. En esta ventana vinieron jugadores que no habían jugado o recién jugaron las primeras dos ventanas. El tiempo no nos dio para armar esa sociedad. Nosotros estuvimos en la altura en la actitud y el deseo. Nuestra motivación es jugar al máximo no importa quién esté al frente”, apuntó Hernández, quien dio crédito al plan de juego de los boricuas.

A su parte, Lucio Redivo también destacó la entrega de los sudamericanos, quienes elevaron su juego a pesar de la desventaja de doble dígito con 90 segundos por jugar en el tiempo reglamentario.

“Luchamos hasta el final, dejamos todo. Quizás hubo momentos en que las cosas no salían y tratamos de compensar con garra y corazón. Tuvimos errores pero mantuvimos una línea e identidad”, dijo el base, quien anotó 16 puntos y repartió seis asistencias.

Argentina (9-2) intentará ganar el grupo E de las eliminatorias cuando visite a Estados Unidos (9-2) el lunes en Greensboro.

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