RECIFE (Brasil) - No es ningún secreto que el baloncesto de Brasil tiene mucha historia y es una de las tradicionales potencias continentales en FIBA ​​Américas. Sabiendo esto, hay una estadística notable sobre Brasil en la FIBA ​​AmeriCup que es difícil de creer.

Antes de esta edición de la AmeriCup, Brasil sorprendentemente solo había ganado dos de sus últimos 11 juegos en las tres ediciones anteriores (2013, 2015, 2017) del torneo, que antes de 2017 cuando se nombró AmeriCup, era conocido como Campeonato FIBA ​​Américas.

En 2013, Brasil terminó en el noveno lugar de 10 equipos, con un récord de 0-4. En 2015, finalizó nuevamente 9 de 10 con registro de 1-3 y luego en 2017 culminó 10mo de 12 equipos con marca de 1-2. En esos tres torneos de la AmeriCup, Brasil tuvo un récord combinado de 2-9 y nunca pasó de la Fase de Grupos. También tuvo un diferencial de puntos total de -44 en 2013, -32 en 2015 y -30 en 2017.

Estadísticas y resultados como estos de los torneos anteriores probablemente se perderán u olvidarán cuando alguien piense en el baloncesto de Brasil, ya que estos torneos fueron hace varios años y contaron con muchos jugadores diferentes.

Antes de esos tres torneos, Brasil tuvo dos podios que incluyeron una medalla de plata en 2011 y una medalla de oro en 2009.

Ser anfitriones de la AmeriCup de este año por primera vez desde 1984 (Sao Paulo) definitivamente le ha dado a Brasil un impulso adicional en la cancha para volver a estar a la altura de sus estándares.

¿Cuánto ha ayudado la afición local? Los anfitriones han concedido menos de 70 puntos en cada uno de sus cuatro juegos hasta el momento, que es mejor de lo que hicieron en sus 16 juegos anteriores. También son el único equipo que ha cedido al menos 70 puntos en un partido de este torneo.

La búsqueda del oro en la AmeriCup de este año todavía está al alcance de Brasil, ya que actualmente tiene marca de 4-0 y está en las Semifinales, donde se enfrentará a Canadá el sábado 10 de septiembre. Las cuatro victorias de este año son más que en las tres ediciones anteriores combinadas.

La última vez que Brasil fue anfitrión en 1984, el miembro del Salón de la Fama FIBA, Oscar Schmidt, los llevó al oro. Sería lógico que el equipo de este año replicara ese desempeño con el apoyo de su apasionada base de fanáticos, mientras buscan volver al lado correcto de la historia en la competencia más prestigiosa de baloncesto masculino en las Américas.

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