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17 febrero, 2020
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16/07/2020
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Barbosa todavía tiene el deseo ardiente de ganar un título importante con Brasil

RIO DE JANEIRO (Brasil) - Leandro Barbosa tiene una lista de logros que la mayoría de los jugadores de baloncesto sólo pueden soñar.

Ha jugado en dos Juegos Olímpicos y cinco Copas del Mundo FIBA de Baloncesto, recibió el premio al Sexto Hombre del Año de la NBA y logró un título de la NBA.

Sin embargo, hay algo que lo ha eludido en sus 37 años.

Barbosa vuela por el aire para Brasil en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016

"Nosotros (Brasil) queremos ganar el título (mayor)", dijo. "No hemos sido capaces de hacerlo, sin embargo, pero tengo esperanza y mientras tengo eso, voy a (tratar de) dejar algo especial."

En la era moderna, Brasil ha tenido buenos equipos, pero no grandes. No han ganado medallas de oro olímpicas o Copas del Mundo FIBA de Baloncesto.

El equipo nacional capturó títulos mundiales hace más de medio siglo, en 1959 y 1963, y venció a los Estados Unidos en la final de los Juegos Panamericanos en Indianápolis detrás del legendario Oscar Schmidt en 1987.

En tiempos más recientes, Barbosa ayudó a Brasil a ganar títulos de FIBA AmeriCup en 2005 y 2009.

El año pasado, Brasil salió por la puerta en la Copa del Mundo en China, superando a Nueva Zelanda, Grecia y Montenegro, pero sus esperanzas de título se extinguieron cuando cayeron contra República Checa y Estados Unidos en la Segunda Ronda.

"Todo lo que quería hacer cuando empecé a jugar al baloncesto era representar a mi país", dijo. "Empecé a hacerlo cuando tenía 17 años... "

"Significa mucho para mí cada vez que me pongo esa camiseta. Muchas cosas vienen a mi mente. Siempre vivo ese sueño, cada vez que juego."

"Brasil, mi país, merece algo especial del baloncesto. Es algo que deberíamos hacer, teniendo tantos jugadores que estuvieron en la NBA. Merecemos lograr algo para el país."

Barbosa ha tenido otras cosas importantes en su mente los últimos meses. Brasil se acerca a los dos millones de casos de COVID-19, el segundo número más grande en el mundo detrás de los Estados Unidos, y tanto él como su esposa, Rocca, dieron positivo para el virus el 21 de marzo.

Rocca estaba esperando el primer hijo de la pareja y se suponía que iba a dar a luz una semana después, pero los médicos decidieron inducir el parto al día siguiente. Dio a luz a una niña saludable, Isabela.

"Miré desde FaceTime porque estaba en cuarentena", dijo Barbosa.

"Después de dar a luz la bebé, no pude estar con ella durante 24 horas. Fue un poco complicado. Es difícil cuando eres padre y no puedes estar allí."

Afortunadamente, Barbosa, Rocca, Isabela y sus otras dos hijas de 11 y siete años están sanas y no tienen el virus.

 

"Me recuperé hace un par de meses", dijo. "Sólo una noche fue muy, muy mala. Pensé que podría pasarme algo peor porque no tenía el poder para luchar contra ese virus. Estoy feliz de que mi chófer estuviera en la casa, así que pudo hablar con los médicos e ir a la farmacia a buscar alguna medicina para mí."

Para Barbosa la última temporada en la NBA fue 2016-2017, su tercer hechizo con los Phoenix Suns, mientras que todavía juega profesionalmente en Brasil. Ahora está en el plantel de Minas, y ha sido frustrante no jugar durante la pandemia.

"Ha sido duro, el baloncesto es lo que hago, es mi vida, me encanta jugar, y nunca he estado tantos meses sin tocar una pelota", dijo, "…también es un poco triste ver lo que estuvo sucediendo en todo el mundo. Espero que finalmente se termine, que todos puedan volver a sus vidas y hacer lo que hacen. Simplemente se detuvo todo. No se puede ir a ninguna parte. No puedes ir a cenar con amigos o con tu esposa."

En el lado positivo, Barbosa ha estado en casa con su familia.

"Ahora puedo ser un papá", dijo. "Para mí, es positivo que pueda pasar mucho tiempo con ellos. Así que ha sido un tiempo increíble."

Algo más que ha sido capaz de hacer fue disfrutar de su pasión por el ciclismo.

 

A Barbosa siempre le ha encantado subirse a la bicicleta, incluso como novato en la NBA con Phoenix cuando iba pedaleando a practicar.

"Fue un poco raro porque cuando llegué a la puerta, cada uno de los jugadores tenía su propio lugar en el estacionamiento, con el nombre escrito en la pared", dijo, "así que estaba bajando por esa rampa y estaban todos los Ferraris, Lamborghinis, Mercedes y mi bicicleta".

"Fue gracioso, pero también un poco triste porque a mi tercer día de ir en mi bicicleta a practicar, los chicos (del equipo) no querían que montara mi bicicleta así que me dieron un coche. Me dijeron que no podía aparecer en la práctica con la bicicleta, así que mi historia con la bicicleta es grande. Me encanta pedalear."

La cuenta de Instagram de Barbosa está llena de publicaciones mostrándose en bicicleta. Va a dar largos paseos e incluso lo ha hecho para recaudar dinero para caridad.

"Hace un par de días hice ciento treinta millas, pero eso fue durante tres días," dijo. "En un día, hice 60 millas."

Barbosa anda en caminos de tierra que a menudo se convierten en pistas de barro. Es un entrenamiento tremendo.

"Cuando te acostumbras, es como jugar al baloncesto", dijo. "Es lo mismo, sólo un deporte diferente."

"Cuando estoy cansado, es como jugar al baloncesto. Simplemente sigo adelante, le gano a todos mis oponentes. Esa es la forma en que me mantengo en marcha. Es muy difícil, no es fácil, pero me encanta hacerlo."

Barbosa está deseando volver a la cancha y ser un hombre clave para Minas y también para el equipo nacional de Brasil.

Tendrá el mismo enfoque que siempre ha tenido. Ir con potencia hacia el aro.

"Mi hermano solía enseñarme: 'Cada vez que consigues la pelota, sé agresivo y ve a la canasta. Nadie puede detenerte.'

"Así es como fui reconocido. Recuerdo (pensando) 'Consigue la pelota, consigue puntos. Puntos ganan partidos."

¿Cuánto tiempo más va a jugar Barbosa? No está poniendo un límite de tiempo en su carrera.

"Todavía tengo jugo, todavía tengo puntos para convertir", dijo. "(Ya) No soy The Blur, pero sí un poquito Blur. Será una situación, cuando sea el momento, será el momento."

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