CÓRDOBA (FIBA AmeriCup 2017) – Locuaz y siempre expresivo, Sergio Hernández, entrenador de la Selección Argentina, tomó el micrófono de manera decidida. Lejos de dar una breve impresión del triunfo en semifinales, como es habitual en una conferencia de prensa post partido, “el Oveja” tomó aire y habló durante unos cuantos minutos. Sentía que era un momento especial. Y no quería hablar de disposiciones tácticas o de particularidades del juego. Había un mensaje más profundo.

“Sin Luis Scola en cancha, estamos en otra final continental. Parece un lugar común, pero no lo es. Quiero correrme de mi lugar y destacar a este grupo de jugadores: no son sólo estos 11 jóvenes -si sacamos a Luis-, sino que es la demostración de lo bien que se trabaja en el desarrollo del básquetbol argentino en muchos aspectos y del gran trabajo de la Confederación Argentina (CABB)”, subrayó al comienzo.

“Si bien hubo jugadores que hicieron una Liga Nacional brillante, decidimos buscar y desarrollar talentos para los próximos diez años de Selección. Ese objetivo estaba cumplido antes de ganarle a México: logramos identidad y mantuvimos los buenos valores de la Generación Dorada”, continuó el bahiense. “Pero ganamos, y ganamos bien. Y estamos en otra final continental contra Estados Unidos, los inventores del básquetbol”, agregó emocionado.

“Es para celebrar y para que este día se recuerde por mucho tiempo. Si no, el árbol nos va a tapar el bosque”, añadió Hernández, para terminar de moldear ese mensaje que venía masticando desde que concluyó el partido y que no encajaba en las típicas frases posteriores a un juego.

Luego, el técnico argentino elogió la participación de Javier Saiz, el cordobés que cumplió una destacada tarea, con 19 puntos y 3 rebotes frente al público que lo vio crecer desde las divisiones formativas del club Hindú. “Javi acaba de jugar un partido de altísimo nivel internacional contra rivales de gran experiencia. Hace dos semanas había gente que no sabía ni siquiera que existía. ‘¿Saiz? ¿Quién es?’, se decían. Por eso, él tiene que estar súper feliz. Hizo más que lo que está obligado a hacer, que es jugar con el corazón”, destacó “el Oveja”.

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