MEDELLÍN (FIBA AmeriCup 2017)- Tal parece que para México se ha vuelto costumbre que para alcanzar la gloria en América, primero tendrá que hacer escala en Argentina.

Por tercera vez consecutiva a nivel continental, los mexicanos se medirán a su contraparte argentino en la semifinal de un torneo americano, repitiendo los duelos decisivos celebrados en Caracas 2013 y Ciudad de México 2015.

La selección mexicana se encuentra entre los mejores cuatro equipos del AmeriCup por tercer evento al hilo, luego de nunca haber llegado a esta etapa. En el 2013, un inspirado México superó Argentina, 76-70, camino a lo que ha sido hasta el momento su único momento dorado en el máximo torneo del continente. Dos años después, México no pudo aprovechar la ventaja local cuando Argentina ganó, 78-70, para agenciarse el pase a la final, pero más importante, uno de los dos boletos a los Juegos Olímpicos de 2016.

Ahora, en 2017, México se topa con Argentina luego que ambas selecciones dominaran de manera invicta (3-0) el grupo A y B, respectivamente.

En el grupo jugado en la ciudad colombiana de Medellín, México sobrevivió a la prueba que le hizo Puerto Rico, para luego despachar a Brasil y Colombia.

“Estamos enfocados en la semifinal. No vemos más allá. Estamos bien”, indicó el armador Jorge Gutiérrez luego que México venciera al conjunto colombiano en la última fecha del grupo A.

Sin embargo, ante Argentina, México tendrá su mayor prueba en lo que va de la AmeriCup. Argentina jugará en casa (Córdoba), después de disponer de la oposición con promedio de 87.7 puntos por encuentro, el mejor registro en lo que va de torneo.

“Pienso que nos tenemos que mantener jugando defensa como hemos estado haciendo. El entrenador nos dice que la defensa nos da ofensiva”, dijo Francisco “Paco” Cruz, escolta del combinado azteca, antes de salir de Colombia.

Aunque Argentina fue el mejor equipo en la ofensiva en la primera fase de la AmeriCup, México no se quedó atrás, pues lideró el grupo A con media de 83.3 puntos, segundo a nivel general luego de los argentinos.

Si México quiere dar la sorpresa ante la local Argentina, y desquitar la derrota semifinalista en casa del 2015, tendrá que dominar las tablas, departamento en el cual fue superado en promedio ante sus rivales de primera ronda como Puerto Rico (43.0) y Colombia (40.3). México logró 39.7 rebotes en sus tres partido preliminares.

De igual forma, México deberá proteger muy bien el balón y saber defender en equipo ante una Argentina altruista que lidera la AmeriCup con 21.3 asistencias por partido, ante solo 16.7 de los mexicanos.

A su vez, las opciones de triunfo de México radicarán en la producción de su juego perimetral, en especial de Gutiérrez y Cruz, quienes en Medellín fueron de menos a más, al tener partido discreto ante los puertorriqueños cuando se combinaron para solo 12 puntos. Ante brasileños y colombianos la historia fue distinta al registrar 31 y 42 unidades, respectivamente.

En su historia en torneo continentales hasta 2011, lo más alto que había llegado México fue el quinto lugar en el evento inaugural en 1980, gesta que repitió cuatro años después.

Para Mar del Plata 2011, México no clasificó, y en el 2013 no desaprovechó la invitación para llegar por primera vez a una semifinal y coronarse como monarca de América. En el 2015, Argentina destrozó su sueño de repetir la medalla de oro, además de arrebatarle el pase olímpico.

Dos años después, México tiene la revancha en sus manos.

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